Evangélicos en México: “La Iglesia católica ha perdido mucho debido a la mala conducta de algunos sacerdotes”
Miembros de la Iglesia evangélica atribuyeron el aumento de pastores y la disminución de curas católicos a las fallas que ha cometido la institución eclesial católica y la poca participación de los feligreses en su Iglesia. «Evidentemente la militancia evangélica es más participativa, digamos más activa, para con su Iglesia.
«La Iglesia católica ha perdido mucho debido a algunas fallas no sólo en la tarea de evangelizar, sino en la mala conducta de algunos sacerdotes», dijo Ricardo Moreno, pastor de la Iglesia evangélica desde hace más de 25 años. La Dirección General de Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación registra a 19 mil 11 ministros de culto católico que en teoría deben atender a alrededor de 90 millones de fieles bautizados, más de 4 mil 700 fieles por cura.
Óscar Moha, laico evangélico e integrante de la Barra Nacional de Abogados Cristianos, apuntó que el número de pastores es aún mucho mayor al que se reporta oficialmente, aunque señaló que no existe en los pastores una formación más profesional.
«Hay un buen registro porque hay muchos pastores al vapor que no tienen una buena metodología de estudio y formación, pero se registran como pastores», dijo.
Y es que, como REFORMA publicó ayer, para llegar a ser sacerdote católico se requieren al menos nueve años de preparación: después de la preparatoria se debe tomar un curso introductorio de un año, 3 años de filosofía, 4 de teología y uno más de diaconado.
Mientras tanto, para ser ministro evangélico sólo se necesitan estudios de licenciatura, que toman de 3 a 5 años.
Abner López, presidente de la Sociedad Bíblica de México y pastor, aseguró por su parte que la forma de evangelizar de la Iglesia cristiana es mucho más directa que la de la Iglesia católica.
Coincidió en que hay una militancia más activa y más en contacto con sus líderes religiosos.
Para el antropólogo experto en religiones Elio Masferrer, la feligresía está cobrando a la Iglesia católica las fallas y los escándalos en los que se ha inmiscuido su jerarquía.
«Por supuesto que hay ahí un cobro de factura, que hay una crisis y por supuesto que no sólo pierden sacerdotes, sino fieles también», dijo. Con todo, admitió que esto también puede deberse a que la preparación del sacerdote católico es más difícil que la de un ministro de culto evangélico.
Por: Leslie Gómez
