NOTICIACRISTIANA.COM.- A menudo me he preguntado cómo es que ya no cometeremos pecado una vez que lleguemos al cielo. Aquí hay algunos pensamientos que creo que el Señor me ha mostrado al respecto.
Aunque Eva y Adán caminaron con Dios mismo en el Jardín del Edén ( Génesis 3: 8 ), aparentemente en un estado de perfección, sin embargo, eran capaces de rebelarse, tal como lo somos nosotros ahora.
Entonces, la pregunta es: ¿No seremos como Adán y Eva en esto, permaneciendo susceptibles de hacer lo mismo mientras caminamos con el Señor en el Jardín celestial?
Aquí hay ocho consideraciones con respecto a esta pregunta que pueden calmar nuestros temores:
1. No tenemos una perspectiva celestial
En esta tierra caída, no tenemos la perspectiva del cielo, lo que hace difícil imaginar estar en un estado donde la capacidad de pecar, incluso la idea de pecar, ya no existe.
2. Ya no tendremos una naturaleza pecaminosa
Como nos dice la Biblia, hemos sido crucificados con Cristo y ahora somos parte de su cuerpo – su cuerpo perfecto – el cual se manifestará plenamente cuando Jesús regrese para llevarnos a Él ( Gálatas 2:20 ; Romanos 6:4-7 ). ; 2 Corintios 5:17 ; Filipenses 3:10 ; Romanos 6:4 ).
3. No estaremos en una tierra caída
Ya no moraremos en una tierra caída, donde dominan las pruebas de la tentación. Estaremos en el cielo donde nuestros cuerpos serán controlados por el perfecto y omnipotente Espíritu Santo.
4. El pecado no podrá tentarnos
¿Por qué? Debido al espejo oscuro con el que ahora vemos, no podemos observar ni experimentar la gloria consumidora de Dios.
Sin embargo, cuando esa gloria se vea en el cielo, la idea de rebelión será ridícula en comparación. Es una gloria tan impresionante, si estuviéramos expuestos a ella mientras estamos en este cuerpo, moriríamos por el poder consumidor de ella.
5. No tendremos adversario
En el cielo no habrá adversario ni tentador que nos engañe y nos aleje de Dios. El Apóstol Juan nos dice en Apocalipsis 20:10.
«Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de azufre ardiente, donde habían sido arrojados la bestia y el falso profeta. Serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos«.
6. Seremos revestidos de la justicia de Cristo mismo
Pablo escribe en Gálatas 3:27, «Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido».
7. Seremos sumergidos en la gloria de Dios
En el cielo, estaremos inmersos en la plena gloria de Dios, experimentando la «Visión Beatífica», la máxima auto comunicación directa de Dios a la persona individual.
Como Pablo nos dice en 1 Corintios 13:12 , ¡lo veremos cara a cara! Adán y Eva no tuvieron esa revelación completa. Aunque caminaron con Dios en el Jardín, no lo vieron ni lo experimentaron en la plenitud de su gloria.
8. Tendremos todo el poder protector de Dios
Así lo habla en el Judas 1: 24-25
Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, 25 al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.
Conclusión
Entonces, verá, la Biblia es clara en que una vez que nuestros cuerpos hayan sido transformados y hayamos sido elevados al cielo, incluso la capacidad de pecar dejará de ser parte de nuestras vidas. La causa de la muerte (pecado) no existirá más. Y así, no estaremos sujetos a los temores de volver a un estado caído. Eso será paz de hecho. ¡Son buenas noticias sobre buenas noticias!
Si no ha rendido su vida al Salvador, Jesucristo, esta promesa de una eternidad sin pecado en el cielo, con la gloria de Dios completamente revelada, ¡todavía puede ser suya!
Como el Señor Dios Todopoderoso promete en Romanos 10:9.
«Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo».
Escrito por: Dr. David Kyle Foster en Crosswalk.
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