¿Pueden los cristianos tener ansiedad? ¿Es pecado?
NOTICIACRISTIANA.COM.- Últimamente escuchamos la palabra «ansiedad» sobre una serie de cosas, desde el nerviosismo previo a la prueba, hasta un miedo debilitante a hablar en público o a grandes multitudes.
Pero, ¿Qué es la ansiedad? ¿Y pueden los cristianos, de quienes se dice que reciben la paz de Cristo, experimentar todavía ansiedad?
Sí, los cristianos y, de hecho, todas las personas pueden y tienen ansiedad. Aquí, echaremos un vistazo a ¿Qué es la ansiedad?¿por qué los cristianos la experimentan? y ¿Qué podemos hacer al respecto?
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad de alguna manera puede ser bastante saludable. Ocurriendo naturalmente en las personas como una respuesta corporal al estrés, puede manifestarse como un sentimiento de temor, preocupación o aprensión por algo que está por venir, ya sea un depredador en nuestra vecindad o el primer día en un nuevo trabajo.
Las personas experimentan ansiedad en una variedad de formas, que incluyen latidos cardíacos acelerados, respiración superficial o incluso esa sensación de hormigueo de muerte inminente que recorre la columna vertebral.
Otros tienen escalofríos, tienen dificultad para dormir, experimentan entumecimiento o sudoración aumentada.
El trastorno de ansiedad lleva todo esto a un paso más allá. Alguien con un trastorno de ansiedad puede estar plagado de episodios extremos o frecuentes de ansiedad durante un período prolongado de tiempo que interfiere con su vida normal diaria.
Por ejemplo, alguien con un trastorno de ansiedad puede tener tanto miedo de salir de casa que empieza por reducir el número de viajes fuera de casa y, finalmente, deja de salir de casa por completo.
Otras personas recurren a las drogas, el alcohol u otras herramientas nocivas para ayudarlos a sobrellevar los entornos que provocan ansiedad, como las situaciones sociales. Si no se trata, la ansiedad a menudo sigue empeorando.
¿Qué dice la Biblia sobre la ansiedad?
Pero la Biblia también dice que aunque es natural sentir ansiedad, incluso una ansiedad debilitante que hace que uno suplique el final de su vida, no estamos solos en nuestros temores.
De hecho, “no temas” es una de las frases más comunes que podemos encontrar en las Escrituras, apareciendo de alguna forma más de 300 veces.
Dios nos dice repetidamente que Él está con nosotros, que no nos dejará solos y que podemos encontrar descanso y paz en Él.
Él nos dice esto no para avergonzarnos por sentir miedo, sino para ofrecernos esperanza sobre lo que está por venir para que entendamos que esta vida no es el final.
Como Jesús nos dice en Mateo 10:28-29,
“No temáis a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma. Más bien, teman a Aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno. ¿Son dos gorriones vendidos por un penique? Sin embargo, ninguno de ellos caerá a tierra fuera del cuidado de vuestro Padre”.
¿Puede la ansiedad ser un pecado?
Si bien la ansiedad como emoción o trastorno cerebral no es un pecado, hay ocasiones en las que la ansiedad puede ser un pecado, como cuando la ansiedad se trata más de nuestras preocupaciones y una negativa flagrante a confiar en Dios, es decir, convertir el miedo en un ídolo, eso es más poderoso en nuestra mente que Dios.
Dios claramente quiere que confiemos en Él y sepamos que Él es todopoderoso y tiene el control. Si bien los males pueden acechar por todas partes, Él tiene la ventaja y, en Él, somos triunfantes.
Escrito por: Jessica Brodie en Crosswalk.
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