NOTICIACRISTIANA.COM.- Cuando se trata del acalorado debate sobre el control de armas en EE.UU, los cristianos difieren en su creencia sobre el tema y los derechos de la Segunda Enmienda, con pastores y creyentes en ambos lados del caso.
El reverendo Robert Schneck, declaró en un artículo sobre el control de armas: “Me preocupa la violencia armada en este país, porque creo que no hacer nada es devaluar la vida humana. Debemos reducir la violencia armada, es parte de lo que significa amar al pueblo de Dios y querer que florezca”.
Asimismo, Russel Moore, ex presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa de la Convención Bautista del Sur, afirmó: “Tengo colaboradores muy cercanos en Cristo que son defensores del control de armas. No me han convencido de eso, pero no los veo como de otro ‘lado’. Ambos miramos hacia los mismos objetivos”.
¿Dónde se originó la Segunda Enmienda?
Como muchos cristianos declaran su derecho a portar armas en la Segunda Enmienda Constitucional de los EE. UU, muchos se pregunta ¿Dónde se originó?
Algunos argumentan que la Segunda Enmienda comenzó en la antigua Roma, y se desarrolló más recientemente a fines del siglo XVI, cuando la reina Isabel estableció una milicia nacional, que exigía por ley que todas las clases de ciudadanos participaran y fueran responsables de defender el reino.
Los historiadores creen que eso influyó profundamente en los redactores de la Constitución de los EE.UU al permitir a los ciudadanos portar armas.
¿Qué dice la Biblia sobre las armas?
Debido a que las armas no se mencionan específicamente en las Escrituras, los versículos relacionados con el uso y portación de armas se relacionan más estrechamente con el tema. Durante los tiempos bíblicos, una honda y una piedra eran armas mortales.
El Dr. Mike Austin, autor de Dios y las armas en América explicó en una entrevista: “Hay instancias en el Antiguo Testamento donde se les dijo a las personas que fueran guardias armados para proteger el templo o a sí mismos. ‘Se permite la defensa’, citando a Nehemías ( Nehemías 4:15-23 ) y Ester como ejemplos.
Ester 8:11 explica: “El edicto del rey concedió a los judíos en todas las ciudades el derecho de reunirse y protegerse. Destruir, matar y aniquilar a los hombres armados de cualquier nacionalidad o provincia que los ataquen a ellos y a sus mujeres e hijos, y saquear las propiedades de sus enemigos”.
“Así que creo que en principio me parece defensa propia. Hay una justificación teológica para armarse en defensa propia”, explicó Austin.
Por su parte, Newcombe escribe: “La Biblia enseña que no debemos asesinar ( Éxodo 20:13 ). También enseña que hay un tiempo y un lugar para todo bajo el sol. A veces, eso incluye tener que defenderse”.
¿Podemos decir que hay una postura cristiana?
Debido a que la posesión de armas no se discute específicamente en las Escrituras, Romanos 14:1-4 a menudo se usa para declarar la libertad que tenemos en Cristo para elegir cuando se trata de poseer armas, donde la Biblia no lo explica en detalle, pero nos da una opción. .
Además, muchos se remiten a Romanos 13:1: “Que todos estén sujetos a las autoridades gubernamentales, porque no hay autoridad sino la que Dios ha establecido. Las autoridades que existen han sido establecidas por Dios.”
Muchos cristianos creen que este versículo llama a los ciudadanos a someterse a las leyes de armas que establezca el gobierno. Sin embargo, es importante señalar que muchos líderes gubernamentales que presionan por el control de armas también protegen el derecho a asesinar a los bebés no nacidos en el útero.
La Biblia condena el asesinato por cualquier método
Debido a que la Biblia condena el quitar la vida humana por cualquier medio. Podemos decir con certeza que el uso de armas de fuego para asesinar no está permitido en las Escrituras. Al igual que no lo está el asesinato con cualquier arma o elemento utilizado para matar a otra persona, incluidos los instrumentos de aborto.
Las Escrituras apoyan a un individuo que usa la autodefensa para defenderse a sí mismo y a su familia cuando es necesario, lo que a menudo implica el uso de un arma para hacerlo. En resumen, la Biblia no condena la posesión de un arma para autoprotección.
Escrito por: Lynette Kittlle en Crosswalk.
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