NOTICIACRISTIANA.COM.-En Nueva York, un pastor de Harlem que perdió a 13 miembros de su iglesia en 30 días, incluidos a 11 fallecidos por Covid-19, cree que la fe de su congregación y la de muchos está siendo probada.
A pesar de las asombrosa cifra de muertos en su congregación, muchos de sus congregantes aún no han sido probados por el virus.
El pastor y reverendo Johnnie Green de la Iglesia Bautista Mount Neboh en Harlem dijo al medio Christian Post este martes, que no había dormido mucho y que no dejaba de pensar en las palabras del apóstol Pablo.
“La Escritura dice que si vivimos, vivimos para el Señor, si morimos, morimos para el Señor … todos nacemos con una fecha de vencimiento y todos encontraremos la muerte en algún momento».
El pastor aún no asimila bien el números de fallecidos, le parece increíble y desafortunado que tantas personas en su congregación mueran.
“Recibo llamadas todo el tiempo em la noche. Cada vez que suena mi teléfono, me pregunto si se trata de un anuncio de otra persona, ya sea positiva o muriendo, así que ya sabes, estoy promediando unas cuatro horas de sueño por noche, está en mi mente”, dijo Green.
Johnnie Green dirige una congregación de 1.200 miembros, dijo que solo ha podido enterrar a dos de ellos porque una funeraria local que sirve a la iglesia, también se ha visto muy afectada por las infecciones del coronavirus.
“El propietario de una funeraria local junto a varios de los empleados contrajeron Covid-19. El cuenta que la gente se enfermaba al entrar y salir de la funeraria, por lo que ordenaron que la funeraria se pusiera en cuarentena durante 14 días, lo que retrasó algunos entierros”.
Pastor cree que Dios tiene a prueba a la iglesia
El reverendo Green, reveló a su congregación en una transmisión de Facebook Live que 11 miembros habían muerto, incluidos nueve del coronavirus, luego le reportaron otras dos nuevas muertes que estuvieron relacionadas con el coronavirus, esto ha sido «devastador», dijo.
Green, asegura que este golpe se asemeja al que pasó tan severamente y tan repentinamente al personaje de Job, él también fue sorprendido. «Job perdió a 10 de sus hijos a la vez. Bueno, no perdí 10 niños, pero perdí 13 feligreses y el impacto ha sido devastador», añadió.
El reverendo no cree que Dios haya elegido a su iglesia para molestarlos. «Creo que Dios ha permitido que esto suceda en nuestra iglesia, para que nuestra iglesia demuestre ante el mundo cómo es la verdadera fe en Dios. Ahora estamos aprendiendo que Dios puede ayudarnos a superar la crisis … así que dependemos de Su Palabra». dijo.
“Estamos caminando por fe y estamos creyendo en Dios y confiando en Dios para el resultado y creemos que cuando este virus llegue a su fin o cuando esté bajo control o cuando se encuentre una vacuna, que nuestro testimonio como familia de la iglesia lo hará mucho más grande».
«Muchas de las personas que fueron infectadas son trabajadores esenciales de una variedad de profesiones. Las infecciones en su iglesia se hicieron evidentes después de que tres miembros del coro de su iglesia contrajeron el virus. Tres personas en el coro lo contrajeron y dos murieron», contó el pastor.
Una de nuestras diaconisas lo contrajo. Ella se sentó en la tercera fila desde el púlpito, así que allí estaba yo en el medio: tres personas infectadas en el coro, dos o tres personas estaban infectadas en la congregación justo en frente de mí”, dijo.
El pastor Green dijo que a pesar de que el virus comenzó a moverse rápidamente a través de su congregación, tan pronto como se dio cuenta de que la gente se estaba enfermando decidió cerrar su iglesia.
“El virus se extendió muy rápidamente porque somos una gran congregación y muchas personas eran asintomáticas. Lo tenían y no lo sabían y estaban en la iglesia. Tan pronto como descubrimos que la gente se enfermaba, de inmediato, incluso antes de que el gobierno de Nueva York y el alcalde de Nueva York cerrarán las iglesias, cerramos», dijo.
El último servicio físico de la iglesia fue el 15 de marzo, cinco días antes de que el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenara el cierre del estado el 20 de marzo, ya que el virus se propagó rápidamente.
En el estado, hasta ayer martes por la mañana se reportaron más de 253,400 casos confirmados en todo los Estados Unidos por el coronavirus, incluidos 139,385 en la ciudad de Nueva York. Más de 10,657 personas con COVID-19 han muerto en el estado neoyorquino , sin incluir las muertes de personas con casos probables.
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