“No soy un charlatán”, asegura pastor brasileño que promete la “divina liposucción”
A inicios de Octubre publicamos que un pastor brasileño llamado Cesar Peixoto, de 54 años, está atrayendo fieles a su Iglesia Cristo la Verdad que Liberta -en São Roque de Canaã, en el estado de Espírito Santo (ES)-, por causa de la “divina liposucción”.
A través de la fe, Peixoto, consigue reducir medidas o, simplemente, hacer que la gente se sienta más liviana.
Tras ser criticado fuertemente, Peixoto, asegura que no ha defraudado a los fieles, según el a través de la oración muchas personas han logrado bajar de peso (testigos informan de la pérdida de hasta 20 kg), inclusive ha sido sanados de enfermedades como la gastritis, úlceras, enfermedades en los huesos, tiroides y otras más.
«Muchas personas piensan que es absurdo decir eso, pero es un regalo que recibí. Me han llamado un charlatán, pero no soy un charlatán, el poder de Dios pasa por mí y las cosas suceden», dijo Peixoto al portal G1.
Debido a este don de sanidad, ha visitado varias ciudades. Pero, contrariamente a lo que se podría imaginar, el pastor no cobra para bendecir a otros. «No es un engaño de fe para el pueblo, yo no cobro por lo que hago», dice el pastor.
Para probar que Dios puede curar cualquier cosa, el pastor Peixoto, pide a los fieles a que participen en los servicios religiosos con ropa ajustada, para que comprueben que es posible hacer realidad la pérdida de peso instantánea. Para aquellos que tienen adicciones como el tabaco, el pastor les pide que lleven los paquetes de cigarrillos más importantes.
«Pedimos a los fumadores que lleven sus cigarrillos, después de mi oración. Es prácticamente unánime, ellos llegan a sentir asco por los cigarrillos, mal sabor, sensación de malestar, y luego abandonan la adicción», dice.
La «divina liposucción», ha llamado la atención de los medios de comunicación locales. La gente llega al altar recibe la oración, entra en «trance» cuando se despiertan ellos dicen sentirse más delgados.
«Dios es el doctor de doctores, Él tiene el poder de curar todas las enfermedades, no se limita. Así que ¿por qué no puede curar la obesidad?», pregunta el pastor diciendo que hoy en día la obesidad mata más que el SIDA.
«En la oración, pido a Dios que controle el apetito», dijo Peixoto.
Traducido y adaptado por NoticiaCrisstiana.com de G1
