NOTICIACRISTIANA.COM – El libro de Éxodo relata la historia de dos mujeres hebreas, que eran parteras en Egipto, Sifra y Fúa, quienes movidas por el temor de Dios, desobedecen órdenes infanticidas dadas por el Faraón. La valiente e inteligente acción de las mujeres las convierte en bendición para ellas mismas y el pueblo de Israel.
El Dr. Lucas Márquez, analiza la historia de estas dos mujeres, que se relata en el libro de Éxodo 1:15-22, para entender cómo Dios las utiliza para cumplir sus propósitos
“El libro de Éxodo menciona a dos mujeres parteras, que desobedecen las órdenes del Faraón de Egipto, de acabar con la vida de los recién nacidos hebreos. Y por esa acción de desobediencia, Dios las bendijo”, explica Márquez.
“Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva. Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños. Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños?».
Éxodo 1:15-18
Historias de mujeres
Márquez, precisa que el papel de estas mujeres tiene un significado enorme para la iglesia. “Las parteras debían matar únicamente al recién nacido que fuese varón. Entonces, esto indica que simbólicamente el hombre representaba el propósito, por eso Faraón, mandó eliminar ese propósito. La mujer fue creada para el placer del hombre. En este sentido, en el sistema faraónico, el placer anda libre para matar el propósito”, dijo.
Sin embargo, indica que en la Biblia hay historias de mujeres como las parteras, que intervienen para preservar la vida, salvando al propósito representado en los hombres.
“Cuando Dios creó al hombre, Satanás usó a Eva, para que pecará. Pero, cuando Adán se vuelve a ella y la llama la madre de todos los vivientes, profetiza el advenimiento del Mesías. Por eso, 4 mil años después, Dios usó a María para traer a Cristo, y de esa forma las mujeres representan vida. En la Biblia hay mujeres interviniendo por la vida, como: las dos parteras, Jocabed la madre de Moisés, la hermana de Moisés, la esclava de la hija del Faraón y la misma hija del Faraón. Entonces, con esas acciones, vemos vidas femeninas moviéndose en la soberanía de Dios”, resaltó Márquez.
Historia de Moisés
“Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses. Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río. Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería. Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase.”
Éxodo 2:1-6
Leer con discernimiento
Márquez, señala que debemos aprender a leer las Escrituras con inteligencia espiritual, con sabiduría, discernimiento y de esta forma descubrir el significado profundo de la historia de las parteras. Por lo tanto, exhorta a que cada uno de nosotros, debemos accionar como las dos mujeres parteras, trayendo a la vida a muchas almas, como el caso de Moisés, que llegó a ser poderoso y cumplir con un propósito divino, gracias a ellas que tuvieron que ver en la preservación de su vida.
“Las parteras de Egipto son ejemplo de cómo Dios usa a las mujeres para su propósito y como en la Biblia la mujer representa el placer y el hombre ese propósito. Asimismo, como el sistema en que vivimos quiere matar al hombre (propósito) y conservar el placer. Lo que Dios nos quiere decir en este tiempo, es que debemos preservar a ese hijo varón en tu vida (el propósito), y como las parteras, debemos salvar la vida de esos varones. Y eso es lo que se debe hacer, para traer la revelación del propósito eterno de Dios, en la vida de la gente, porque el propósito lo define todo”, exhorta Márquez
En síntesis, la reacción de estas parteras, nos recuerda la de Pedro y los apóstoles de Jesucristo en el Nuevo Testamento, quienes, al ser conminados por el Sanedrín para dejar de predicar el evangelio, respondieron “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”. (Hechos 5:29). El orden de prioridad de las parteras fue el de colocar a Dios por encima de todas las cosas, incluso por encima de sus propias vidas, razón por la cual les prosperó y fueron bendecidas.
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