NOTICIACRISTIANA.COM – El propósito eterno de Dios, debe ser para nosotros, lo más importante que cualquier posesión o propiedad. Dios tiene un propósito específico, para cada uno de nosotros, que se ejecuta a través de nuestras asignaciones.
El apóstol Rafael Ugarte Talavera, en el programa Agua Viva para las Naciones, señala que las Escrituras establecen que todos los que estamos en Cristo, tenemos un propósito eterno. Asimismo, describe que Dios tiene un propósito, en el cual todos fuimos incluidos y se ejecuta, a través de nuestras asignaciones, dentro de ese propósito eterno.
“Debemos entender que Dios quiere que progresemos en todo. Su amor nos da instrucciones de cómo debe ser nuestra vida en Cristo. En el propósito de Dios, el hombre encuentra plenitud. El propósito eterno, es poderoso, nadie lo puede violentar o detener. La voluntad de Dios, expresado en el propósito eterno, es el plan maestro de Dios. El propósito eterno de Dios coordina todos los movimientos divinos. Nuestras asignaciones son para ejecutar el propósito eterno”.
Rafael Ugarte Talavera
Agrega que el pan de Dios, es que cada uno de nosotros de manera individual, seamos expresión de Cristo, y que todo lo que administremos sea señorío de Dios. En este sentido, apunta que no somos ejecutores del propósito, porque Cristo no está formado en nosotros. Es decir, Cristo gobierna nuestras vidas, y tomamos el propósito como un conocimiento más.
“Se debe trabajar fuerte para que se nos forme Cristo, porque ese es el diseño de Dios. Si rechazamos el diseño de Dios, se detiene lo que Dios tiene preparado para nosotros. La formación de Cristo en nosotros, es parte del propósito”, recalca Ugarte Talavera.
El apóstol indica que la gracia en nosotros, es la capacidad divina para madurar, crecer y vivir en el diseño de Dios. Además, opina que la gracia, es la madurez, que nos ayuda a incrementar nuestra formación en Cristo, para obtener muchos más recursos, especialmente los espirituales.
“La gracia necesita encontrar quien la reciba, es decir buscar respuestas, porque el concepto de madurez, no depende solo de Dios. El diseño es la formación de Cristo, porque Dios tiene su forma y nos conviene alinearnos a esas formas”, acotó Ugarte Talavera.
Entonces, es necesario valorar si aprendemos sobre Dios y le obedecemos, o hacemos lo que nosotros deseamos. No olvidemos, que si obedecemos a Dios, los frutos son maravillosos. Por lo tanto, se debe aprender más sobre Jesucristo, y sobre cómo hará, que se cumplan las promesas de Dios.
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