Uno de los pensadores cristianos más influyentes del siglo XX, el reverendo británico John Stott, murió a los noventa años. Stott jugó un papel crucial en la reactivación del evangelismo en el Reino Unido, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando había perdido casi toda su influencia, publica la BBC.
También alentó a los evangélicos en los países en desarrollo. Billy Graham dijo que el movimiento ha perdido uno de sus mayores portavoces. “El mundo evangélico ha perdido uno de sus mayores voceros, y yo he perdido a uno de mis amigos personales y asesores. Espero volver a verlo cuando me vaya al cielo”, dijo Graham.
Stott, fue el ex rector de la iglesia “All Souls, Langham Place”, en Londres y fue uno de los fundadores del Movimiento de Lausanne, un movimiento mundial de evangélicos.
Él fue en gran parte responsable de dos importantes documentos: el Movimiento, del Pacto de Lausanne en 1974 y el Manifiesto de Manila en 1989.
Uno de sus más populares libros de Stott, fue “El cristianismo de base” 1958, (Basic Christianity), traducido a más de 60 idiomas, según la editorial cristiana InterVarsity Press. Él también ha influido en millones de cristianos a través de otros conocidos títulos como “Cristo, el polemista” 1970, (Christ the Controversialist), “Cuestiones que enfrentan hoy en día los cristianos”, 1984, (Issues Facing Christians Today) y el libro que él siempre consideró en su mejor momento: La cruz de Cristo 1986, (The Cross of Christ).
En el 2005, Stott, fue presentado en por la revista Time como parte de las «100 Personas Más Influyentes», en el mundo.
A pesar de su gran influencia en la fe evangélica, muchos lo conocían cariñosamente como «Tío Juan».
El pastor Rick Warren, llamó a Stott, uno de sus «más cercanos consejeros». «Volé a Reino Unido recientemente, sólo para orar por él y sentarme junto a su cama. Qué gran gigante», escribió Warren desde su Twitter oficial.
El Dr. Geoff Tunnicliffe, secretario general de la Alianza Evangélica Mundial, la mayor organización mundial de los evangélicos, dijo que fue afectado personalmente por las enseñanzas de Stott.
Foto: Langham Partnership International
