15°C New York
03/29/2024
Música Cristiana

Jaime Murrell y el transitar de 31 años

Dic 3, 2008
Spread the love

Su rostro denota cansancio, el cansancio común que acompaña la falta de sueño, el comer a deshoras y el viajar mucho en poco tiempo.

Pero también su rostro irradia paz, una paz inmensa que lo acompaña desde hace 31 años, que lo hace estar tranquilo, sin afanes, viviendo el día a día, confiando que Aquel dador de perfecta paz, esta en control de todo.

Jaime Murrell, pastor, músico, buscador incansable de Dios, padre de familia y cocinero por afición, abre hoy su corazón a los lectores de Renovación y comparte con nosotros lo que ha sido este largo, muy largo caminar en su ministerio de la música, así como de sus planes y proyectos para el futuro.

Sentado cómodamente tras un escritorio en oficina atrás del escenario donde hace unos momentos presento su más reciente producción , después de saludar amigos y tomarse fotografías, Jaime seca el sudor de su frente, y sin pensar dos veces responde al cuestionamiento.

“Yo creo que el primer sorprendido de todo esto soy yo, ni me había percatado de que ha pasado tanto tiempo, ni se siente que ya son treinta y un años. Afirma mucho más eso de que los caminos de Dios no son los nuestros, y que los pensamientos de Dios no son los nuestros, pero que si obedecemos al Señor y permanecemos firmes en el propósito, vamos a empezar a entender porque Dios te llamó y porqué te ha puesto en el lugar donde estás.”

“No se trata de la fama y el dinero porque esas son cosas efímeras que vienen y van, sino se trata de permanecer. Yo creo que Dios está haciendo cosas eternas a través de la vida mía y de otros también, siempre va a quedar vigente y efectivo lo que Dios hizo a través de nuestra vida. Mi mayor énfasis es mantener mi relación con Dios, porque esa es la chispa que tengo, si esa chispa se muere se acabó.”

“Mi meta, y te va a parecer un poco extraño que te diga esto, pero yo tengo 31 años de caminar con Jesús y yo no lo conozco todavía, no puedo decir que yo conozco a Dios, yo conozco cosas de Dios, lo que Él me ha querido mostrar a mí. Entonces mi enfoque es Él, yo llegué a grabar todos esos discos pero eso no es nada; si tú me dices: qué es lo más grande de todo lo que has hecho, yo voy a decirte: nada, nada de eso me toca, nada de eso me llena, pero yo sé que hay más y eso es lo que a mí me mantiene. No es el público aunque me gusta cantar, me gusta un lugar lleno, pero eso no es nada; y yo creo que eso es lo que a mí me mantiene siempre con esa pasión. “

Jaime Murrell, trae la música en las venas, antes de conocer a Jesucristo, el cantaba música secular en un grupo en su natal Panamá, cuando tiene su encuentro con Jesús, Jaime se encontraba tan destruido, según sus propias palabras, que lo que buscaba era un tiempo de descanso y paz, y fue Dios quien se lo dio.

“pero también me mostró que Él me estaba llamando para servirle, y no tanto a servir, sino que Dios me estaba llamando a intimar con Él, a pasar tiempo, a más que ir a la iglesia, porque a veces tú puedes ir a la iglesia mal y sales peor.”

Para Murrell, el tiempo de intimidad con Dios es algo casual, no planeado, contrario a lo que pudiera pensarse.

“Me gusta pasar tiempo a solas, quizás en mi recamara, cuando estoy viajando hay veces que yo me paso horas solo en el hotel, yo me quedo meditando en el Señor y Él empieza a poner los pensamientos en orden, hay veces que la presión es tanta que yo lo único que puedo hacer es llorar, pero no es planeado”

¿Te ha atropellado la carga de trabajo al grado de impedir tu tiempo de comunión?, se le preguntó.

“Es que eso no puede ser”, afirmo, “tú no puedes llevar esta carga si no tienes tiempo de sobra con Dios. El que te diga a ti que está en el ministerio y es efectivo, y descuida su tiempo con Dios, él está raro. Yo estoy en este ministerio porque paso tiempo con Dios, Él es mi fuerza; muchas veces yo me he sentido enfermo y sin fuerzas, como ahora, ¿porque crees que estoy aquí?, porque antes de venir para acá yo me pasé un rato con el Señor.”

“Es imposible que uno pueda funcionar y mantenerse porque la lucha psicológica es fuerte y los problemas más grandes que uno tiene no son con los pecadores, son con los cristianos. Y hay veces en que el maltrato, las injusticias, la arrogancia, el egoísmo de tus propios hermanos, es como un puñal, y si tú no te metes con Dios, tú te amargas y lo que quieres es herir. Yo no tengo tiempo para perderme en esas energías negativas.”

“A mí lo que más me impacta es la iglesia, nosotros los cristianos que conociendo tanta verdad y teniendo a nuestra mano tanta sabiduría, vivamos tan divididos, vivamos tan egoístamente. Yo creo que es la inmoralidad más grande del mundo porque a veces la gente, especialmente en la iglesia se ataca mucho al mundo y nos gusta señalar las cosas que hacen los mundanos, pero es que ellos no tienen luz, ellos no nacieron de nuevo, ni dicen que conocen a Dios. Ellos tienen toda la razón de ser así, pero cuando yo vengo a la iglesia y veo la apatía, la indiferencia, el egoísmo, la competencia, la manera tan fácil en la que condenan, critican y juzgan.”

¿A qué crees que se deba esto, es la falta de comunión con Dios?, antes de terminar la pregunta con una mirada seria se adelanta y responde, ¡A eso mismo! Porque se ha reducido a una religión. Los ministros se han convertido como en celebridades a los cuales la iglesia les rinde culto, y muchos ni siquiera se atreven a cuestionar las cosas que les enseñan en la iglesia, por eso es que estamos así, porque todos tenemos supuestamente al Espíritu Santo de Dios y cuando tú escuchas algo de la boca de un hombre y si es una mentira, como tú estás lleno de la verdad, tú no lo recibes. Ese es el problema, que se ha reducido a Jesús a una religión más.

La plática aumenta de intensidad, el cansancio que hacía presa del ministro Panameño parece desaparecer en un instante, ahora sus ojos tienen esa chispa de todo aquel apasionado por lo que hace y que comparte sus experiencias de su largo caminar.

Aprovechando que se toca el tema, se le cuestiono acerca del impacto publicitario y de mercadotecnia del cual se valen muchos ministerios, de las alianzas con empresarios seculares, ¿es acaso una mezcla peligrosa para la iglesia?, a lo que categóricamente afirmo, “Yo creo que el problema no es el empresario, ni siquiera el público, yo creo que el problema tendría que ser el ministro que se presta para eso, aunque Dios es misericordioso y usa cualquier cosa.”

“ Pero yo no puedo decir que eso es tan malo, porque si el ministro tiene la actitud correcta, si tiene la motivación correcta, quizás el empresario sea el negociante por el dinero pero si tú tienes la actitud correcta y se te abre esa puerta, por ejemplo en Venezuela fui invitado por el gobernador de San Cristóbal, al cierre de un evento en un estadio, había alrededor de cuarenta mil personas y era un acto totalmente secular y me invitó, me dijo: te doy veinte minutos para que ministres a Venezuela; y yo canté, inclusive le di una palabra a Chávez. Era un evento secular, mi motivación era esa, Dios me abrió esa puerta. Yo no tengo ningún problema con eso, Dios usa cualquier cosa, hasta al mismo diablo Dios lo puede usar, pero si tú tienes la actitud correcta, si tú sabes cuál es tu trabajo, tu trabajo no es salir a entretener a nadie, no es de ir a brillar “yo soy la gran estrella”, tú eres un ministro de Dios.”

“Si tú te aprovechas como lo hace el colega Juan Luis Guerra, ese hombre en el terreno secular, en el mundo de Satanás está hablando de Dios sin tapujos, sin secretos; él sabe cuál es su lugar. Y hay muchos pastores que quisieran invitarle al hermano porque saben Quién lo ha llamado. Entonces todo depende de quién es el artista y cuál es la motivación de la persona, porque Dios no se contamina con nada. Algún religioso dirá: “es que se contaminó con…”; no, Dios no se contamina con nada”.

Jesús fue al mismo infierno y de ahí salió victorioso, igual yo puedo entrar en el terreno de Satanás y si estoy bajo la cobertura y con la motivación correcta, ¡él está bajo mis pies!

Acerca de su tiempo como pastor, el cantautor comenta, “Yo estuve pastoreando trece años a jóvenes, en el 98 Dios nos lanza este ministerio itinerante a viajar por todo el mundo, pero siempre donde voy me dicen: “oiga, hermano Jaime, usted tiene corazón de pastor”, y yo no rechazo eso pero lo que sí es que no me gusta hacer las cosas por impulso, ni por emoción o necesidad, sino porque es lo que Dios quiere que esté haciendo; y por ejemplo hay gente que se cansa de esto y quiere una seguridad económica y estar en una iglesia implica eso, y yo me he tomado mi tiempo, hace rato que yo estoy con ese deseo no tanto de una iglesia sino de formar carácter, de ese concepto.”

“El reino de Dios no es comida ni bebida. Las cosas que hago son resultado de quién soy, si voy a la iglesia, no voy para ser cristiano, yo voy porque soy cristiano, no puedo dejar de ir, yo estoy vivo y por eso respiro y no me cuesta nada respirar porque estoy vivo; entonces no me cuesta nada ir a la iglesia porque “soy”, yo diezmo porque “soy”, yo amo porque “soy”. Las cosas que hago son el resultado de lo que soy; pero cómo yo llegue ahí, mi mente, tengo que cambiar mi manera de pensar a través de la Palabra de Dios, yo no me miro como un evangélico, yo soy hijo de Dios y todo lo que Él tiene, yo lo tengo. Yo no busco amor, yo estoy lleno de amor, yo estoy lleno de paz, esos son los genes de mi Papá.”

Pero detrás del ministro y músico, hay un hombre de hogar, alguien que se desvive cuanto puede por consentir a su familia.

“Yo cuando estoy en mi casa me encanta cocinarle a mi esposa, a mi hija, a mis amigos. Por lo general me gusta invitar gente, me encantan los peces, tengo tres acuarios en mi casa, me encantan las plantas, tengo un jardín espectacular, me encanta la naturaleza, entonces cuando estoy en casa yo me ocupo en el jardín de mi casa, en los peces, en hacer algún plato especial y cuando llega mi esposa del trabajo tengo una comida caliente.”

“Me encanta ver las noticias, la CNN en inglés, la MSN, BCN, el FOX NEWS en inglés, estoy bien metido en el tema de la política. Me gusta mucho el cine, también lo nuevo que está (saliendo) en el jazz, no me gusta la música popular, lo que se escucha en la radio, ando buscando gente que esté haciendo algo diferente, que no sea lo común, como dice en Proverbios: oh simples, hasta cuándo amaréis la simpleza.”

“Me gusta mucho ir a las tiendas de compras, si tienes dinero de sobra y lo quieres gastar, invítame un día y yo voy contigo, bromeo.”

Al terminar la entrevista, quedaba poca gente en el lugar, afuera lo esperaban sus inseparables músicos arriba de la camioneta que los llevaría de regreso al hotel, un día mas había terminado, un día mas en el largo peregrinaje de Jaime Murrell.

Por KairosACN/ Rigoberto Castro Miranda.

Post Visitors:154

Leave a Reply

You cannot copy content of this page