Efraín Sotacuro: Dios le dio otra oportunidad de vivir y ser atleta
NOTICIACRISTIANA.COM.- El deportista paralímpico, Efraín Sotacuro, manifestó sus ansias por volver a entrenar y así llevar una medalla a Perú en los Juegos Olímpicos (JJOO) “Tokio 2020”. Así lo informó la Agencia Peruana de Noticias, Andina.
“Habré perdido parte de mis dos brazos, pero no la ilusión de darle a mi patria una medalla paralímpica”, dijo Sotacuro quien espera tener las óptimas condiciones cuando inicien los JJOO.
El maratonista no puede entrenar en la ciudad de Huancayo por el riesgo de contagio de coronavirus, no obstante, añora volver y reencontrarse con su compañero y entrenador.
Sotacuro debe esperar para volver a entrenar hasta que el Instituto Peruano del Deporte y la Federación Peruana autoricen los entrenamientos en el interior del país.
“Esperamos con tranquilidad la autorización y así meternos de llenó en nuestros objetivos”, dijo el deportista.
Preparación
El atleta de 29 años competirá en el Maratón de Sevilla, España, y realizará un campo de entrenamiento antes de ir a Tokio. La cita en el país europeo será en febrero de 2021.
Ahora irá a las Olimpiadas con mayor experiencia ya que en sus primeros Juegos Paralímpicos (Río 2016) solo tuvo de experiencia el maratón que lo clasificó al encuentro internacional, no obstante, en esas olimpiadas quedó de cuarto lugar.
Ahora Efraín Sotacuro tiene más experiencia que incluye el haber ocupado el tercer lugar en los juegos Parapanamericanos Lima 2019 en los 1500 metros planos.
Fe
Sotacuro piensa que Dios le dio una gran oportunidad de volver a vivir. Además se considera un hombre de fe que ama la vida.
EL deportista tuvo un accidente en una torre de alta tensión y recibió una descarga eléctrica que le produjo la pérdida de gran parte de sus brazos, asimismo terminó con 15 puntos en el cráneo.
Antes del accidente, a los 17 años, no se había tomado en serio practicar algún deporte, pero en el 2012 le surgió la oportunidad de practicar atletismo. Luego de esto participó en una carrera de 10 KM y quedó en el puesto 12.
“Es cierto que ya no tengo mis brazos, pero Dios me permite seguir vivo y me ha dado un talento en mis piernas para lograr mis sueños. Amo lo que tengo y lo que soy. Representar al Perú es un honor, un orgullo. Manifestó el atleta
Asimismo, considera que Dios puso el deporte para demostrarle que, a pesar de las dificultades, todo debe seguir.
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