Hijo de pastor muere como un héroe tras salvar víctimas en una masacre
EE.UU.- Un tiroteo provocado por un funcionario público dejó 12 muertos y cuatro heridos el viernes (31) en un edificio del gobierno en Virginia Beach, costa este de los Estados Unidos. El asesino murió al intercambiar tiros con policías.
Una de las víctimas, Ryan Keith Cox, fue considerado un héroe por los sobrevivientes por salvar muchas vidas. Él es hijo del pastor E. Ray Cox, de la Iglesia Bautista New Hope, en Virginia Beach.
Ned Carlstrom, compañero de trabajo de Cox, contó que estaba reuniendo a los empleados en un lugar seguro cuando fue baleado. El tirador fue identificado como Dewayne Antonio Craddock, 40 años, ingeniero y funcionario público de Virginia.
Carlstrom y otro compañero de trabajo, Terry Inman, se enfrentaron a Dewayne, pero él no apuntó el arma a ninguno de los dos.
Inman relató que vio al tirador sosteniendo un arma y dijo: «¡DeWayne, pare!».
«Él se volvió y me miró directamente a mí, pero no me vio. Él miró directamente en mi cara y no me vio allí de pie, porque no levantó el arma. Él ni siquiera hizo una indicación de que vio a alguien allí», contó Inman.
«Para mí, eso fue el Espíritu Santo desviand algo sobre aquel hombre hasta el punto de que él no pudo ver a Terry Inman parado allí», dijo Carlstrom.
Después de que el sospechoso saliera de la sala, Carlstrom e Inman oyeron varios disparos. Ellos creen que fue cuando su amigo y compañero de trabajo fue asesinado.
Otra sobreviviente también habló como Cox salvó su vida y otras personas que sufrieron la tragedia. Christi Dewar dijo a The Virginian-Pilot que ella y Cox trabajaron juntos desde 2006. Recordó que él siempre daba un abrazo a que necesitaba uno.
Él siempre tenía una palabra amable para decir y tenía un corazón de «siervo», destacó Dewar. «Sabía desde el principio que él daría la vida por cualquiera. Y fue exactamente lo que él hizo.
Dewar recuerda que estaba en un grupo de siete empleados que huía del tirador. Cox orientó al grupo a entrar en una de las salas y cerrar la puerta, mientras ayudaba a otros empleados.
El tirador se acercó a la puerta e hizo cuatro disparos. Los empleados cayeron inmediatamente en el suelo; Dewar cayó contra algunas cajas, provocando un ruido alto. Ella supone que eso hizo que el tirador creyera que había acertado a alguien, porque él se alejó de la puerta.
Después de que la policía llegó, el grupo descubrió que Cox había sido baleado.
Dewar llamó a la madre de la víctima, que vive en Oklahoma, para contar cómo salvó su vida. «Cuando le dije a ella lo que Cox hizo, ella dijo: ‘Dios colocó a un ángel de la guardia para caminar con Keith. Keith era su ángel de la guarda, querida, y usted nunca olvidará eso».
