Encarcelada y torturada por su fe cristiana desde diciembre, Azib Simon, de 37 años de edad, murió de malaria en el Centro de Entrenamiento Militar Wi’a en Eritrea la semana pasada.
Debilitada por la continua tortura, Simon contrajo malaria sólo una semana antes de morir, dijeron las fuentes. Los cristianos en la prisión rara vez reciben atención médica, y fuentes dijeron que las autoridades negaron proporcionar un tratamiento para la malaria de Simon.
Ella asistía a la Iglesia Kale-Hiwet en Assab, una de las iglesias evangélicas independientes que ha sido blanco del régimen autoritario de tendencia marxista que controla el país. Desde su arresto en diciembre de 2007, ella estaba detenida en el notorio Centro de Entrenamiento Militar Wi’a, 32 kilómetros al sur del puerto de Massawa en el Mar Rojo.
El 8 de junio, Compass se enteró de que ocho hermanos cristianos detenidos en la prisión de Adi-Quala fueron llevados de emergencia a centros médicos como resultado de torturas por parte de personal militar en el campamento.
Compass ha confirmado que con la muerte de Simon se hace un total de cinco cristianos que han muerto en las prisiones eritreas después de ser torturados por rehusar negar su fe.
