NOTICIACRISTIANA.COM.- La persecución religiosa de los cristianos que viven en Eritrea, ha cobrado nuevas víctimas. Esta vez, 29 personas fueron arrestados durante un servicio de oración, incluidas 17 mujeres. El hecho ocurrió cerca de la capital del país, Asmara, en marzo de este año, según Mission Network News (MMN).
Ocupando el sexto lugar en la Lista Mundial de Persecución Religiosa de Puertas Abiertas, Eritrea ha cerrado el cerco contra los cristianos considerados “clandestinos” en el país. En otras palabras, no tienen el sello del estado totalitario para adorar a Cristo.
Al igual que en China, donde el gobierno comunista requiere que las iglesias se ajusten a las demandas del régimen para poder funcionar, en Eritrea el proceso es el mismo, lo que hace que cualquier simple reunión de adoración sea un blanco fácil para la policía local.
“Hemos tenido nuevos arrestos en los últimos seis meses. Algunos pastores principales fueron arrestados hace unos meses y tienen más de 70 años. Al mismo tiempo, otros miembros de la dirección también fueron arrestados”. informó Berhane Esmelash, quien ya ha sufrido intolerancia en el país.
“Hace unos seis meses, 15 cristianos fueron arrestados. Ahora bien, estos 15 ya estuvieron detenidos hace muchos años”, dijo Berhane, corroborando los informes obtenidos por Puertas Abiertas.
Severos castigos
La organización recuerda que la persecución se da en el país, incluso con casi la mitad de la población identificándose como cristiana. Esto no impide que los cristianos, los ciudadanos comunes y especialmente los líderes sufran severos castigos.
“Las condiciones que enfrentan los cristianos en las cárceles pueden ser inhumanas. Algunos pastores han estado encarcelados por más de una década y enfrentan confinamiento solitario”, dice Puertas Abiertas.
Esmelash, que lleva un año en prisión en estas condiciones, explicó que gran parte de la reacción contra la libertad de los cristianos tiene que ver con que las autoridades se creen superiores al mismo Dios, al igual que otros regímenes autoritarios.
“Cuando los cristianos dicen, ‘Jesús es el Señor’, para ellos es como un insulto”, dijo Esmelash. “Porque quieren ser el Señor de la tierra. Este es el carácter típico del presidente de Eritrea. Quiere ser adorado, no solo obedecido. Es lo mismo que está sucediendo en Corea del Norte”.
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