Brasileños presos en Bolivia por muerte de Kevin Beltran Espada son evangelizados
Un niño de 14 años llamado Kevin Beltran Espada, fue alcanzado por una bengala disparada desde una multitud de hinchas que apoyaba a su equipo Corinthians durante un partido contra San José, en Bolivia, el 20 de diciembre durante la Copa Libertadores. Desde que finalizó el juego, los corintianos han tenido que enfrentar una batalla en la corte, la cual ha estado buscando castigar a los responsables.
La CONMEBOL ha dispuesto rendir un minuto de silencio en la memoria de Kevin Beltran Espada en todos los partidos a disputarse en el marco de la Copa Libertadores de la presente semana.
En cuanto a los presuntos responsables de la muerte del menor, estos guardan detención preventiva en el penal de San Pedro de Oruro, lugar donde esperarán conocer la sentencia. De los 12 detenidos, dos son presuntos responsables y los restantes 10 son posibles cómplices del hecho.
Cuando llegaron los brasileños, fueron amenazados de muerte por otros internos. Por lo tanto, fueron aislados en una zona segura de la penitenciaría de San Pedro.
Los hinchas brasileños ha llevan un poco más de una semana, detenidos en pequeñas celdas, seis personas en cada una. Algunos se aventuran a jugar al fútbol y al voleibol con otros reclusos y dicen que ya no se sienten amenazados.
La revista Veja tuvo acceso a los prisioneros e informó que dos miembros hinchas de los Corinthians están en la ciudad monitoreando el caso y también para llevarle alimentos a sus compañeros.
Cabe destacar que un hincha de Corinthians de 17 años, confesó por televisión haber disparado la bengala que mató a un muchacho de 14 años durante un partido de la Copa Libertadores con San José de Bolivia, y horas después se entregó a la policía.
El chico, cuyo nombre no fue difundido, hizo la confesión ante un canal de televisión en la noche del domingo, con su madre a su lado. Su progenitora lo acompañó nuevamente cuando, horas más tarde, se entregó a las autoridades, informa Associated Press.
El chico que confesó lucía una camiseta de la principal barra de Corinthians. En la entrevista dijo que no apuntó deliberadamente hacia los aficionados bolivianos y que el episodio fue un accidente. La bengala dio en el rostro de Kevin Beltrán Espada y le causó la muerte.
Un juez probablemente lo condene al chico en principio a programas educativos. Aunque más adelante el adolescente podría ser condenado a hasta tres años en un centro de detención. Sin embargo, dos de los 12 hinchas brasileños detenidos fueron acusados formalmente de disparar la bengala que mató a Beltrán. Los demás son considerados cómplices.
Pero el cambio más importante es el culto que se produce a diario, gracias a una pareja de misioneros evangélicos locales que visita a los brasileños. Además de llevarles una torta y un café han estado hablando con los hinchas individualmente, les han compartido las Escrituras y han orado por ellos.
Traducido y adaptado por NoticiaCristiana.com de Veja
