Prohíben a pareja hacer cultos y estudios bíblicos en su casa
PENSILVANIA, EE.UU.- Hay diversos tipos de persecución religiosa. Algunas agreden directamente la integridad física de las personas, por ejemplo, a través de torturas y otras formas de violencia. Pero hay también la persecución institucional, o sistémica, cuando un conjunto de leyes o acciones de autoridades restringen el derecho de expresar la fe de las personas.
Es lo que está sucediendo con una pareja de Pensilvania, en Estados Unidos. Scott y Terri Fetterolf viven en una hacienda, donde también mantienen un comercio, vendiendo flores y productos agropecuarios. Como cualquier otro morador, en los días en que no trabajan ellos poseen una vida común, entre ellas la vida religiosa.
Sin embargo, la división municipal de Sewickley Heights les entregó ellos el año pasado un documento donde alegaban que la hacienda «estaba siendo usada indebidamente como lugar de culto, lugar de reunión, como local comercial y estudio o escuela especial», pidiendo la suspensión de las mismas actividades religiosas.
La pareja se quedó sin entender el motivo, una vez que los cultos domésticos y estudios bíblicos se estaban realizando dentro de su propiedad. «Yo no procuro procesar mi barrio y hacer que los impuestos suban, sólo estoy tratando de vivir mi vida», dijo Terri, justificando que el Estado está queriendo, de hecho, interferir en su privacidad.
Una organización llamada Independence Law Center decidió entrar en la pelea para defender a la pareja. El abogado de la entidad, Jeremy Samek, explicó que la iniciativa del municipio contradice la Constitución Americana de libertad religiosa y derechos de propiedad.
«Lo que están haciendo aquí es exigir que hagan un pedido con el consejo de zonificación y obtengan permiso para realizar estudios bíblicos», dijo el abogado, según informaciones de Christian Headlines.
«Exigen que ellos pasen por una audiencia pública para recibir permiso y ese tipo de información previa. Restringir es inconstitucional e infringir su derecho a ejercer libremente su religión«, añade Samek.
Al parecer, el municipio está utilizando el argumento de que la hacienda no puede funcionar como una institución religiosa sin autorización legal. Por otro lado, la pareja y sus abogados reiteran que no se trata de una organización religiosa, sino actividades comunes, típicas de cualquier ciudadano que ejerce su libertad de creencia en su propia casa.
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[Fuente: Christian HeadLines ]
