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Sociedad

Alberto Fujimori y los evangélicos del Perú

Sep 24, 2007
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Por fin el expresidente peruano Alberto Kenya Fujimori Fujimori, extraditado desde Chile, ya está en el Perú, acusado de crímenes de lesa humanidad y actos de corrupción. Por razones de seguridad no fue recluído en cárcel alguna porque está considerado como una persona que «sabe mucho» de todas las acusaciones que lo incriminaron y de tantas personas que lo rodearon cuando estuvo en el poder, desde julio de 1985 hasta el 20 de noviembre de 2000, cuando renunció a la presidencia de ese país andino, mediante una nota enviada por fax desde la ciudad de Tokio.

Alberto Fujimori, también ciudadano japonés, llegó al poder respaldado por los votos de miles de ciudadanos evangélicos quienes lo consideraban como el «hermano mayor» que sacaría al país de la pobreza y generaría cientos de empleos como rezaba su slogan político: «tecnología, honestidad y trabajo», cuando representaba al movimiento político Cambio 90.

Ganó la presidencia en segunda vuelta electoral realizada en junio de 1985 al lauredo escritor Mario Vargas Llosa, quien en ese entonces presidía una coalición de orientación liberal integrada por los partidos Popular Cristiano, Acción Popular y Movimiento Libertad. Meses después provocaba un auto golpe militar y en compañía de su siniestro asesor Vladimiro Montesinos Torres, empezaban a cogobernar al país y comenzando una persecución política contra sus opositores, entre ellos el actual presidente peruano Alan García Pérez, quien tuvo que huir a Colombia y Francia, autoexiliándose por casi 9 años. Años después, en elecciones amañadas y liderando al grupo político Nueva Mayoría, era reelecto «venciendo» al exsecretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuellar.

La denominación evangélica que más lo apoyó fue la iglesia bautista, la misma de los presidentes estadounidenses Jimmy Carter y Bill Clinton, y de los reverendos Jessy Jackson y Martin Luther King, defensor de los derechos humanos en los Estados Unidos, y por cierto, de quien escribe también esta líneas. Otras denominaciones cristianas no católicas que también apoyaron al expresidente Fujimori, fueron la Alianza Cristiana y Misionera, Iglesia Pentecostal, Las Asambleas de Dios, Iglesia Peregrina, Iglesia Evangélica Peruana y algunas congregaciones carismáticas como las lideradas por el excandidato presidencial y excandidato al ayuntamiento limeño, el pastor Humberto Lay Sun, acusado también por sus colaboradores de corrupción.

Sin embargo, cuando Fujimori ganó las elecciones en primera vuelta en mayo de 1985, cambió a todos sus colaboradores y equipos de campaña que lo habían llevado a ese sitial. Afrontó la segunda vuelta con el concurso de personas allegadas a la comunidad japonesa y de la Universidad Nacional Agraria, donde fue rector de esa casa de estudios.

Siendo ya presidente tuvo discrepancias con representantes evangélicos de su bancada (13 diputados y 4 senadores), produciéndose el alejamiento de los parlamentarios cristianos, del segundo vicepresidente de la República, Dr. Carlos García García (bautista, ahora en la Alianza Cristiana y Misionera) y líderes políticos y miembros del Comité Directivo Nacional de Cambio 90, como Pablo Correa, Oscar Cruzado Huby, Guillermo Yshikawa y Pedro Vilchez Malpica, aunque éste último lo siguió apoyando hasta el Congreso Constituyente Democrático.

La gran decepción de los evangélicos fue creer que el gobierno de Alberto Kenya Fujimori podría haber creado las condiciones para que el país alcance mejores niveles de desarrollo y gozar de algunos privilegios que tiene la iglesia católica, olvidándose que el verdadero crecimiento, no viene de hombre alguno, sino de la misma esencia divina.

Por Cesar Sanchez M.
Periodista y escritor nacido en el Perú.

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