Enfermera despedida por hablar de Jesús en el trabajo
REINO UNIDO. – Después de 15 años de carrera en un hospital en el Reino Unido, la enfermera Sarah Kuteh fue despedida por ofrecer oraciones a sus pacientes antes de procedimientos quirúrgicos.
Su caso de persecución religiosa salió a la luz el domingo (11) a través de un video publicado en las redes sociales por parte de la organización Christian Concern. «¿Cómo hablar con alguien acerca de Jesucristo podría ser perjudicial para el paciente?», se preguntó Sarah durante el video.
Ella era responsable de las evaluaciones pre operatorias del hospital en Dartford and Gravesham NHS Trust. Durante los exámenes, Sarah llenaba un formulario con los datos del paciente, que incluía su orientación religiosa.
«Hablé de mi fe a los pacientes, cómo encontré a Jesucristo y la paz que tengo especialmente cuando los pacientes llegan a sentirse devastados», dice la enfermera. «Yo los tranquilizaba con base en la alegría y la paz que encontré en el Señor».
Después de que un paciente se quejó de que ella hablaba de religión, a la enfermera se le advirtió. «Al día siguiente recibí una carta diciendo que yo podía hablar de religión con el paciente si me lo pedía. Siempre le pregunté a los pacientes que, si se sentían cómodos con ello, y la mayoría de ellos dijeron que sí».
Sarah fue suspendida en junio de este año y despedida en agosto después de que un paciente se quejó de haber recibido una Biblia y una oración de la enfermera.
El hospital de Dartford y Gravesham NHS Trust, se pronunció a través de un comunicado: «Tenemos el deber de garantizar a nuestros pacientes que no van a estar expuestos a las creencias o puntos de vista religiosos que no son solicitados. Tras varias quejas de los pacientes y una advertencia no provocó ningún cambio en el comportamiento [ de Sarah]».
Libertad limitada
«Sarah es una enfermera con experiencia que se enfrenta a un castigo totalmente desproporcionado tan sólo por expresar su fe cristiana en el lugar de trabajo», dijo Andrea Williams, presidenta del Centro Legal Cristiano, que está apoyando a la enfermera en el caso.
«Este el más reciente caso de una lista, en que la expresión de la fe cristiana en el lugar de trabajo se ha convertido en motivo de castigo para aquellos que viven y hablan de su religión en la vida pública», añade Williams.
En noviembre, la Primera Ministra del Reino Unido, Theresa May, dijo que los cristianos no deben tener miedo de hablar «libremente» sobre su fe en el trabajo o en lugares públicos. En un informe, ella también hizo hincapié en que el cristianismo debe ser «celebrado, no denigrado».
Ella argumenta que los cristianos pueden hablar de su fe en el trabajo, «de la misma manera que se puede hablar de deportes, aficiones y vida familiar».
