NOTICIACRISTIANA.COM.- Johnny Berry es un científico de la NASA que se convirtió en la influencia cristiana entre sus colegas. «Les cuento lo que Dios ha hecho por mí. Solo estoy aquí porque es donde Dios me trajo», dice.
Se graduó de la Universidad Southeastern, afiliada a la Iglesia Asamblea de Dios de los Estados Unidos. «Hago y veo cosas que nunca pensé que podría hacer y ver», comenta, informa portal Guiame.
Berry trabaja en el Centro de Vuelo Espacial de la NASA en Huntsville, Alabama. Donde se realizan todos los experimentos científicos. Su trabajo como especialista es coordinar lo que sucede en el sistema de producción de cultivos, lugar donde los astronautas cultivan hojas pequeñas para alimentarse.
“Ayuda a reducir mucho el peso y es saludable para los astronautas, porque la mayoría de las cosas en sus dietas son enlatados y cosas listas para comer. Obtener verduras frescas es muy importante para ellos», explica Berry.
Berry había querido ingresar al ministerio cuando se unió a la Universidad Southeastern, pero a la mitad se dio cuenta de que su llamado era diferente. “Pensé que Dios me había llamado al ministerio de tiempo completo y estaba comprometido con él”, recuerda.
Espíritu de Dios en su vida
Su relación con Dios se refleja en lo que hace. Una vez escribió procedimientos detallados para 32 horas de trabajo para un miembro de la tripulación. La tarea de mantenimiento, que implicaba cambiar piezas, tenía pocas probabilidades de funcionar, pero “Dios susurró en mi espíritu: ‘Esto funcionará’”, dice.
De hecho, funcionó más allá de las expectativas y el equipo de la NASA comenzó el proyecto de reemplazo de piezas de la estación. Además de desempeñarse bien en el trabajo, se enfrenta a muchas oportunidades para mostrar el amor de Dios.
“Mi fe es una parte integral de lo que hago todos los días. Todo lo que hago y tengo es porque aquí es donde Dios quiere mi influencia. Puedo tener excelentes conversaciones con algunas personas sobre Dios y escuchar sus pensamientos e ideas. Les cuento mi experiencia, lo que Dios ha hecho por mí”, expresa.
Su pastor, Daniel Chaplik, una de sus mayores influencias cuando era adolescente, es testigo de su dedicación a Dios y al trabajo.
“Verlo crecer y convertirse en el hombre en el que se ha convertido hoy es muy gratificante. Tenía hambre de conocimiento y superación personal y quería hacer una diferencia en su vida. Todavía veo esas cualidades en él hoy”, asegura el pastor.
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