Madre y bebé sobreviven gracias a oraciones: «Sentí un ejército peleando»
NOTICIACRISTIANA.COM.- La cantante cristiana Laura Johnson está testimoniando al mundo cómo el Señor salvó su vida y la de su bebé prematuro gracias a las oraciones de su familia y amigos.
Cuando Laura tenía solo 22 semanas de embarazo, tenía un dolor intenso y tuvo que ir al hospital. A la madre se le diagnosticó una hernia de cuatro centímetros de ancho, que le retorció el estómago y empujó los intestinos hacia el pecho.
Laura y el bebé estaban en grave riesgo y la madre tuvo que someterse a una cirugía de riesgo. Mientras tanto, su esposo, Sean, puso su confianza en Dios, dejando, la situación en sus manos, informa CBN News.
A pesar de todo el dolor, Laura hizo lo mismo, creyendo que el Señor pelearía su batalla. La familia, los amigos y la iglesia de la pareja cubrieron de oración a Laura y su bebé, formando un ejército espiritual en la lucha por la vida de madre e hijo.
“’Dios, tienes esto. Esta es tu batalla, lo sabes. Entiendo que me estás utilizando. Duele, soy lo suficientemente humano para decir que duele. Pero tengo confianza en saber que me apoyas’”, le dijo Laura a Dios antes de la operación.
Durante la cirugía, los médicos se encontraron con una situación mucho peor de lo que imaginaban y la cirugía que llevaría horas, duró dos días. El equipo de cirujanos no pudo garantizar la supervivencia de Laura ya que su condición empeoró por su embarazo.
Luchando en oración
Al segundo día de la cirugía, la madre, aún inconsciente, se puso de parto y dio a luz al bebé prematuro. La niña Álora nació con un peso aproximado de 1 kilo y pocos gramos.
En estado crítico, la niña enfrentó varias complicaciones en los meses siguientes, como dos hemorragias cerebrales, hidrocefalia y enfermedad pulmonar crónica. Álora se sometió a dos cirugías cerebrales y en un momento casi muere.
Rodeada de oración, Laura pronto se recuperó y cinco meses después Álora fue dada de alta del hospital y se fue a casa con su familia. Hoy es una niña sana y ha progresado con la fisioterapia.
“Sentí que un ejército luchaba por mí. Dios me dio lo que necesitaba para soportar. Podría estar muerta, pero no lo estoy. Y tengo que creer que estoy aquí por una razón específica. Hay una razón por la que Él me dejó aquí para compartir esta historia, y mientras pueda contarla, lo haré. ¡Es asombroso!”, concluyó Laura.
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