Testimonio: Anita Dittman agradece a Dios por salvarla del Holocausto nazi
NOTICIACRISTIANA.COM.- Anita Dittman contó su testimonio sobre cómo encontró a Dios durante el Holocausto nazi, informa CBN News.
La mujer dijo que su madre era judía y su padre alemán, y pese a que su familia era atea, desde pequeña sufrió persecución.
“Los niños arios me tiraron estiércol de perro y de caballo, y las niñas vinieron, me golpearon y me llamaron ‘mocosa judía”.
El padre de Anita abandonó a su familia por miedo a las repercusiones de los nazis, al tiempo, la Gestapo (Policía secreta de la Alemania nazi) trasladó a Anita y a su familia a los guetos, barrios a donde enviaban a los judíos.
En el barrio, Anita, siendo una niña de 7 años, conoció a una familia que le habló del cristianismo y la invitó a la iglesia.
Cuando la menor estaba en el templo tuvo conexión con el Señor: “Algo me pasó. Cristo entró en mi vida, mi corazón y mi alma. Tenía una paz dentro de mí que antes no conocía y sentí una sensación de seguridad”.
Tres años después, un pastor fue a la casa de Anita y le predicó la palabra a todos, y sus familiares también comenzaron a asistir a la iglesia hasta que se convirtieron.
El pastor estaba tratando de tramitar visas para que todas dejaran el país, pero solo la hermana de Anita pudo huir a Inglaterra.
Fe en los campos de concentración
Anita dijo que después de que Alemania invadió a Polonia, los nazis lanzaron una campaña de hostigamiento y persecución donde quemaron todas las sinagogas, y a los ancianos los metían en coches “y los enviaron a quién sabe dónde”, contó.
Cuando tenía quince años, Anita, fue obligada a trabajar forzosamente, y por dos años vivieron en medio de la tensión luego de que la policía se llevara a sus familiares y amigos.
“Al principio no sabía adónde la habían llevado (a su madre), pero luego descubrí que era el campo de Theresienstadt en Checoslovaquia, un campo muy malo”, recuerda Anita.
Anita también fue capturada y envida a un campo de concentración donde tuvo que cavar trincheras.
La mujer cuenta que desarrolló sepsis debido a las ampollas de los pies que no podía tratar.
“No me atrevía a hacerles saber que cojeaba, porque decían: ‘Si crees que no eres apto para el trabajo, te vamos a disparar aquí mismo o te mataremos a golpes’. Y dije: ‘Señor, mantenme fuerte
Pese a las dificultades, Anita y otros cristianos, se reunían en las zanjas, mientras no los veían, y hablaban de Dios con otros prisioneros.
Cuando las fuerzas de Hitler se retiraron en 1945, Anita fue trasladada a otro campamento y luego se las ingenió para escapar junto a cuatro niñas.
Días después de que los rusos tomaron la ciudad alemana de Bautzen, el 21 de abril de 1945, terminó la guerra en Alemania. Y en junio de ese año Anita pudo reencontrarse con su madre.
“Primero no dijimos nada, estábamos tan atónitas. Así que finalmente nos abrazamos y alabamos al Señor y lloré, otro de los milagros de Dios. ¡Fue tan increíble lo que hizo Dios!”, celebra Anita.
Un año después, Anita y su madre emigraron a los Estados Unidos e hicieron una nueva vida en Minnesota.
Hoy Anita es Bisabuela y sigue compartiendo su historia sobre cómo sobrevivió al holocausto gracias a Dios.
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