La voluntad de Dios te lleva hacia donde su gracia te puede sostener
NOTICIACRISTIANA.COM.- Ayer discutimos el profundo artículo de Yuval Levin, “Cómo frenar la guerra cultural”, señalando que Dios nos está llamando a no ser guerreros de la cultura sino misioneros culturales. ¿Qué significa esto en términos prácticos?
Nuestro primer paso es abrazar la soberanía de nuestro Rey.
Como hemos visto, siempre hay buenas noticias en las noticias. El Espíritu de Dios está vivo y obrando en nuestra cultura.
Los primeros cristianos vivían en un mundo mucho más inmoral y opuesto a su fe que nuestra cultura, sin embargo, según Hechos 17: 6, habían «trastornado al mundo».
Siempre es demasiado pronto para renunciar a Dios
Tu Padre tiene un llamado tanto geográfico como cronológico en tu vida. Es por su providencia que estás viviendo donde estás y cuando estás. Él no te habría comisionado a este lugar y tiempo si no pudiera usarte en este lugar y tiempo.
La palabra de Dios a Josué cuando se enfrentó a los cananeos, es su palabra para nosotros cuando enfrentamos nuestra cultura anticristiana: “Sé fuerte y valiente. No temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas”, ( Josué 1:9 ).
Las Escrituras prometen que nuestro Señor es “escudo para los que en él se refugian” (Proverbios 30:5 ). Estamos llamados a “echar sobre el Señor nuestra carga, y él te sustentará” (Salmo 55:22).
«¡Qué amor sin límites por los hombres!»
Fue una experiencia alegre en muchos sentidos, pero la soledad persistente y el peligro físico ocasional fueron un desafío. Sin embargo, mi pastor me dio un libro devocional antes de irme en el que escribió estas palabras: “La voluntad de Dios nunca conduce a donde la gracia de Dios no puede sostener”.
Descubrí que su sabiduría es verdadera y fortalecedora. Cuando me sentí especialmente desanimado, hice lo que innumerables misioneros han hecho a lo largo de veinte siglos: recordé la gracia de Dios que había recibido y que ahora estaba llamado a compartir.
Cirilo de Jerusalén fue obispo de Jerusalén a mediados del siglo IV. En sus “Discursos catequéticos”, comenta sobre la declaración de Pablo en Romanos 6:
“Por tanto, fuimos sepultados juntamente con [Jesús] para muerte por el bautismo, a fin de que, así como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, también nosotros también andéis en novedad de vida” (v. 4).
Cyril señala: “No fuimos nosotros quienes realmente morimos, fuimos sepultados y resucitamos. Solo hicimos estas cosas simbólicamente, pero hemos sido salvados en realidad. Es Cristo el que fue crucificado, el que fue sepultado y el que resucitó, y todo esto se nos ha atribuido. Participamos en su sufrimiento simbólicamente y ganamos la salvación en la realidad.
“¡Qué amor sin límites por los hombres! Las manos inmaculadas de Cristo fueron atravesadas por los clavos; sufrió el dolor. No experimenté dolor, ninguna angustia, sin embargo, por la parte que tengo en los sufrimientos, Él me concede gratuitamente la salvación”.
Ya no amo a los vietnamitas
Una vez escuché a un misionero veterano en Vietnam describir un día especialmente difícil. El clima era particularmente cálido y opresivo y las personas a las que buscaba servir se resistían. Llegó a casa y descubrió que los ladrones habían robado todos los muebles que poseía excepto su sofá, que era demasiado grande para pasar por la puerta.
Se derrumbó en ese sofá y clamó a Dios: “Ya no amo a los vietnamitas. Tienes que enviarme a otro lugar. Simplemente no amo a esta gente”. Alrededor de las 2:00 de la mañana siguiente, dijo, el Señor le habló: “No estás aquí porque amas a los vietnamitas. Estás aquí porque amo a los vietnamitas”.
Ese fue el recordatorio que necesitaba para continuar con su llamado.
¿Quiénes son tus “vietnamitas” hoy?
Escrito por Roger Barrer en Crosswalk.
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