Pastor brasileño apoya el matrimonio LGBT
NOTICIACRISTIANA.COM.- El pastor Zé Barbosa Junior, líder del ministerio Comunidad de Jesus en Campina Grande, dijo que estaba consternado por el grupo evangélico que intentaba quitarle los derechos a la comunidad LGBTQ.
La Comisión de Previsión Social y Familia de la Cámara de Diputados inició este miércoles, 6 de septiembre, el análisis del informe sobre el Proyecto de Ley 5167/2009, que tiene como objetivo prohibir el matrimonio LGBT.
Ante esto, el cristiano dijo que “quien utiliza la Biblia para determinar qué es o no familia comete algunos errores”, agregó, que incluso para los religiosos, la Biblia no puede servir para “imponer”el significado de la familia.
“La familia no es un concepto cristiano, sino social y, por tanto, sujeto a cambios en la sociedad”, afirmó Zé Barbosa.
En señal de protesta, recordó el texto que escribió en 2011, cuando el Supremo Tribunal Federal de Brasil decidió equiparar las uniones entre personas del mismo sexo a los matrimonios heteronormativos. El título de su artículo se llama “La buena pareja gay”, una reinterpretación de la parábola del Buen Samaritano.
Relato del pastor
El relato narra una conmovedora historia que refleja las diferentes reacciones y actitudes de distintos grupos religiosos y sociales frente a una situación de abandono infantil.
Todo comienza con el abandono de un bebé en una zanja ubicada entre dos iglesias: una catedral católica tradicional y una megaiglesia evangélica. Estas dos instituciones representan dos facetas de la religión en la sociedad, una enfocada en la tradición y la belleza arquitectónica, y la otra en la prosperidad material.
El pastor de la megaiglesia, conocido por su ostentoso estilo de vida, y su esposa se topan con el bebé mientras se dirigen a adorar. Aunque inicialmente culpan a la «madre antinatural» y planean organizar una marcha profética contra el abandono infantil, deciden no involucrarse debido a sus compromisos financieros y el temor a posibles maldiciones.
Luego, una pareja católica muy activa en la comunidad religiosa pasa por el mismo lugar. A pesar de su compromiso con movimientos de apoyo a la familia, se ven imposibilitados de ayudar al bebé debido a sus gastos con perros labradores ganadores de concursos regionales. Sin embargo, se comprometen a participar en la próxima Marcha por la Familia de su iglesia.
Finalmente, dos jóvenes celebran la reciente decisión a favor de las uniones civiles entre personas del mismo sexo. A pesar de su alegría, no pueden ignorar el llanto del bebé. Conmovidos, deciden rescatar al pequeño y llevarlo a su hogar en remodelación. Le dan el nombre de Daniel, que significa «Dios es mi juez», y comienzan su viaje como nuevos padres.
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