«Ángeles» y entrenamiento ayudan a piloto a salvar vidas de pasajeros
EE.UU.- El vuelo 1380 de la compañía Southwest Airlines, entre Nueva York y Dallas, fue obligado a hacer aterrizaje de emergencia este martes (17). Según autoridades de aviación, uno de los motores explotó, rompiendo una ventana, matando a una pasajera que estaba sentada al lado del ala del avión.
A causa de los problemas en el fuselaje que desestabilizó la aeronave, la piloto Tammie Jo Shults, de 56 años, necesitó mucha habilidad y fe para conseguir un aterrizaje seguro. Para los pasajeros, no hay duda de que fue una heroína, salvando la vida de los otros 143 pasajeros a bordo.
Una de las sobrevivientes, Amanda Bourman usó su perfil en el Instagram para agradecerla: «¡La pilota Tammie Jo es tan increíble! Ella nos puso a salvo en el suelo. Dios envió a sus ángeles para cuidarla y a nosotros, realmente oí a alguien decir: ‘¡hay un Dios!’.
En las redes sociales, Shults ha sido elogiada por su valentía y habilidad. De acuerdo con el Navy Times , Shults tiene 10 años de experiencia en la compañía aérea. Antes de eso, fue una de las primeras mujeres pilotos de caza F-18 en la Marina de Estados Unidos.
Shults es evangélica, fue formada en la Nazarena Universidad MidAmerica, un instituto cristiano en Kansas. Un representante de la escuela dice que era conocida por su buen testimonio.
En otras ocasiones, Shults habló sobre cómo sentarse en la silla del capitán le daba «la oportunidad de testificar sobre Cristo en casi todos los vuelos».
Shults llamó la atención por sus «nervios de acero» y por ser muy profesional, pues no perdió la calma ante la posibilidad real de la caída. En la grabación de audio entre Shults y la torre de control, se puede oír tranquilamente explicando lo que ha salido mal.
Para Virginia Shults, suegra de la piloto, la fe fue determinante a la hora de salvar a los pasajeros. «Yo sé que Dios estaba con ella y sé que ella estaba hablando con Dios», dijo.
Los pasajeros a través de las redes sociales continúan elogiándola, y está agradecidos con Dios por su mano en la emergencia.
