Confraternice: “derramamiento de sangre no es una bendición” en México
Arturo Farela Gutiérrez, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, llamó a detener el derramamiento de sangre que se genera por la lucha contra el crimen organizado y opinó que es necesario un cambio en la estrategia en esta materia, publica el diario Noti México.
Sin embargo, Farela, reconoció que el presidente Felipe Calderón está haciendo su mejor esfuerzo y «actuando con las mejores intensiones para que México no solamente salga de esta crisis de violencia que hay en algunos estados, sino de la crisis económica que está golpeando a varios países severamente».
En entrevista destacó que el derramamiento de sangre, sea de delincuentes, de las Fuerzas Armadas o de los cuerpos policiacos, no es una bendición, se debe de evitar y «cualquier cosa que se tenga que hacer hay que hacerla para evitar que continúe».
Tras señalar que la violencia se ha focalizado en algunos estados, planteó que es responsabilidad de todos luchar para evitar un baño de sangre generalizado en el país y revisar dónde se ha fallado en los últimos 30 años, tanto por las familias, el Estado y las iglesias.
El Gobierno Federal, en conjunto con los gobernadores y alcaldes, deben escuchar la propuesta de seguridad que presentó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), opinó, porque quienes participaron fueron autoridades de México y personas de experiencia.
El Estado de derecho está en riesgo por causa de la violencia, opinó, porque no existe la paz en varias ciudades y es responsabilidad del Estado garantizarla, además de que hay preocupación, miedo, temor y las garantías individuales se ven amenazadas.
Agregó que otros reflejos del quebrantamiento del Estado de derecho es que comerciantes han tenido que cerrar sus negocios y en algunas carreteras no se puede transitar, sobre todo en Tamaulipas, donde han tenido que cambiar los horarios y rutas de las líneas de autobuses.
Por otra parte, mencionó que pastores mexicanos y extranjeros han tenido que salir del país y familias de estos ministros de culto han sufrido amenazas, secuestros, extorsiones y en algunos casos hasta de homicidios.
Recordó que en los centros de rehabilitación de cristianos evangélicos el crimen organizado ha asesinado a más de 100 jóvenes en el lapso del un año, en las entidades de Chihuahua, Nayarit y Coahuila.
También mencionó que “los hijos de los pastores que han sido asesinados o pastores que han sido secuestrados, extorsionados porque hay que pagar derecho de piso”, resaltó.
