¿Qué hago si mi esposo no me deja diezmar?
NOTICIACRISTIANA.COM.- Jesús enseñó que el diezmo es el resultado natural de un corazón de amor y obediencia a Dios (Lucas 11:42). Su esposo está actuando como un incrédulo en esta área y debe ser tratado como tal.
Pedro aconsejó a las esposas cuyos maridos no eran cristianos, que los ganaran para Cristo mediante su comportamiento amoroso y sacrificial. Continuó diciendo que las esposas, deben abstenerse de regañar e intentar convencer a sus maridos con argumentos racionales.
Pedro escribió: «Así mismo, las mujeres, sométanse a sus propios maridos, para que si alguno de ellos no cree en la palabra, sea ganado sin palabras por la conducta de sus mujeres» (1 Pedro 3:1).
¡Su esposo se está comportando como si no «creyera la palabra» y está actuando como un no creyente! Entonces, seguimos el consejo de Pedro.
Encuentre la raíz del problema
Conquistarlo «sin palabras,» de ninguna manera impide que se hable de por qué es reacio a diezmar. En el momento correcto y de la manera correcta, está bien explorar con él por qué se niega a diezmar, o a permitirte diezmar.
Obviamente tiene problemas que vale la pena explorar. ¿Está enojado con Dios? ¿Está culpando a Dios por alguna herida o sufrimiento pasado? ¿Está él, de una manera retorcida, construyendo su ego al tratar de «controlar» las finanzas de la familia?
Una discusión franca como esta no está diseñada tanto para obligarlo a diezmar como para tratar cualquier problema interno que le impida dar al Señor. Este no es un momento para el juicio. Es más un momento de exploración y tal vez algo de consuelo para las sospechas de dolor detrás de su comportamiento.
Ore por un cambio de corazón
Luego, en el momento adecuado, le haría saber que vas a seguir 1 Pedro 3:1 y te someterás a su liderazgo y que te mantendrás callado sobre el tema del diezmo. Salomón llama a esto «amontonar carbones encendidos sobre su cabeza» (Proverbios 25:22). Pedro probablemente tenía este versículo en mente cuando dio consejos sobre este tema.
Dile que si alguna vez decide dejarte diezmar, estarás complacido y agradecido. Sin embargo, hasta ese momento tienes la intención de orar por un cambio en su corazón, y que nunca lo vuelvas a mencionar.
No tienes que preocuparte de que Jesús esté decepcionado contigo por no diezmar. Él entiende. Estás en la misma posición que David cuando quería construir el Templo y Dios le dijo «¡No!».
David estaba desconsolado. Pero luego Dios le dijo a David: «Hiciste bien en tenerlo en tu corazón. Te daré crédito por construirlo aunque no lo tengas».
Creo que Dios te está diciendo más o menos lo mismo: «Todavía te daré crédito porque sé que lo tienes en tu corazón».
Escrito por Roger Barrier en Crosswalk.
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