HOLANDA. – El Arca de Noé construida por el holandés Johan Huibers fue inaugurado en 2012. El propietario de una empresa de construcción, Dordrecht, cerca de la capital de Ámsterdam, su fundador es evangélico y decidió seguir instrucciones paso a paso reportados en el libro del Génesis sobre cómo construir el arca original.
Demoró 4 años para estar lista y su costó un total que superó un millón y medio de dólares. Aunque hay debates entre los estudiosos sobre las medidas, la réplica mide 135 metros de largo, 22,5 metros de ancho y 13,5 metros de alto, que corresponden a las proporciones de los codos indicados en los capítulos 6 a 9 de Génesis.
La madera utilizada equivale a derribar 12.000 árboles. Después de convertirse en una de las atracciones turísticas del sur de Holanda, debe llevarse a Israel. Huibers dice que siempre tuvo esa intención. «Mi destino preferido para el arca es Israel», afirmó el empresario de 60 años.
Declarando amar al Estado y al pueblo judío, él apunta a la Biblia al decir: «Creo en todo lo que está escrito en este libro, de principio a fin. Como esta es una copia del barco de Dios, debemos llevarlo a la tierra de Dios «.
Ese era su deseo desde que la embarcación quedó lista, pero el viaje tiene un costo muy alto. Como el arca no tiene motor, será necesario alquilar remolcadores para navegar. Huibers cuenta de que trató de llevarla a Brasil en 2016, pero no tenía el dinero necesario.
Ahora, se dedica a recaudar fondos para el viaje a Tierra Santa. Conforme enfatiza, hay un propósito mayor en todo eso. La embarcación se ha convertido en un ministerio evangelístico. «Construí [la réplica del arca] para mostrar a la gente que Dios existe. Quería que todos, especialmente los niños, vean que lo que está escrito en este Libro es verdad», explica. Su inspiración para todo el proyecto fueron los niños, enfatiza. Huibers tuvo la idea de construir un arca después de leer una historia sobre ella para sus hijos en 1993.
«Me preguntaba si alguien, tal vez Disney, ya había construido una réplica del arca», cuenta a la Jewish Telegraphic Agency. «Entonces decidí que, si no lo tenía, lo haría».
Trece años después, Huibers completó su primera réplica del Arca de Noé, apodada «Arca de Johan» por los medios holandeses. Sólo medía la mitad del tamaño relatado en la Biblia, pues necesitaba adaptarse a las medidas permitidas para quien quisiera navegar en la extensa red de canales de Holanda.
«Yo quería separar la palabra de Dios en Holanda», subraya. Pero todos me preguntaron: ¿por qué es sólo la mitad del tamaño de la Biblia? Entonces vendí el más pequeño y también construí uno en tamaño natural». El empresario cristiano espera llegar a Israel con su arca el año que viene.
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Con información de JTA
