COREA DEL NORTE. – Los cristianos en Corea del Norte es tan «desesperados» por una Biblia y están dispuestos a correr el riesgo de 15 años en un campo de trabajo o incluso la muerte misma para adquirir una copia de la Palabra de Dios.
La información es de Rachel Godwin, de la World Help, una organización humanitaria cristiana que está trabajando para llevar más de 100 mil biblias físicas para el país.
«Todavía hay muchos creyentes en esta nación sombría que están desesperados por las Biblias», escribió Godwin en una columna para FoxNews. «Algunas personas nunca vieron una copia de las Escrituras en su vida, pero saben que harían cualquier cosa para poner las manos en una».
Godwin contó una historia verídica de un pequeño grupo de cristianos norcoreanos entrando en un barco de pesca una mañana y viajando al centro de un río para que pudieran leer la Palabra de Dios juntos, lejos de los ojos y oídos del gobierno. Ellos escondían la Biblia debajo del equipo de pesca.
«Este es el único lugar donde se sienten lo suficientemente seguros para adorar juntos y estudiar la Palabra de Dios», escribió Godwin. «Y aun así, ellos están constantemente en alerta. Si se les atrapa leyendo la Biblia, pueden ser sentenciados inmediatamente a 15 años en un campo de trabajo, o peor. Ellos oyeron las historias sobre lo que sucede con las personas que son descubiertas hablando el nombre de Jesús «, subrayó.
«Muchos de ellos tienen familiares y amigos que están viviendo en los campos ahora, o han sido enterrados allí, pero no hay biblias suficientes para cada cristiano. Incluso entre los cristianos en el barco de pesca, cada copia se encuentra prácticamente cayendo a pedazos», agregó Godwin.
«Después de años siendo cuidadosamente estudiadas y luego escondidas repetidas veces, las páginas empiezan a despegarse», escribió ella. «Muchas de las biblias tienen daños causados por el agua en esas reuniones matinales en el barco. Pero todavía para ellos son los bienes más valiosos de esos cristianos y ellos arriesgan sus vidas por esas biblias».
Godwin contó cómo los cristianos recibieron nuevas biblias por un representante de la World Help, pero él se llevó las copias rasgadas de vuelta al hotel y las escondió. Estas copias pronto desaparecieron cuando un guardia las encontró.
«Sucede que él era un cristiano, y su minúscula iglesia doméstica de cuatro personas oraba por las biblias», escribió Godwin. Para los cristianos de Corea del Norte, una nueva Biblia «es el mayor regalo que ellos podrían recibir», finalizó.
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