¿Cuál es el rol del Espíritu Santo en el mundo?
NOTICIACRISTIANA.COM.- ¿Cómo terminarías esta frase? El papel del Espíritu Santo en el mundo es __________________. Es posible que haya pensado en una palabra, una oración o un párrafo, o incluso haya tenido problemas para completar la oración.
Es cierto que no es tan fácil como podríamos pensar. De hecho, dependiendo de dónde se encuentre en las Escrituras, puede responder esta pregunta de diferentes maneras.
En nuestro breve tiempo juntos mientras lees este artículo, me gustaría darte dos formas de pensar sobre el Espíritu Santo, mientras respondemos la pregunta: ¿Cuál es el rol del Espíritu Santo en el mundo?
El Espíritu Santo en la antigüedad
Puede ser sorprendente pensar en ello, pero tienes una ventaja increíble sobre los héroes y figuras fundamentales del Antiguo Testamento.
En la antigüedad, el Espíritu Santo tenía la misma misión que tiene hoy: Atraer a las personas a Dios, ayudarlas a vivir vidas santas y justas y convencerlas de pecado, entre otras cosas. Pero el método en el que el Espíritu logró estas cosas fue diferente en comparación con ahora.
En el Antiguo Testamento, empoderó a héroes como Moisés, Sansón, Gedeón, Josué, Saúl y Miqueas para profetizar, juzgar, dirigir, gobernar y realizar actos de justicia en nombre de Dios.
El Espíritu Santo permitió la comunicación de Dios por medios verbales y escritos a través de Moisés, David, Ezequiel y otros autores del Antiguo Testamento para que las personas pudieran saber quién es Dios, cómo seguirlo y cómo orientar sus vidas en base a sus mandamientos.
La principal diferencia entre entonces y ahora es que el Espíritu llenó a las personas en el Antiguo Testamento, pero no moró en las personas como lo hace en el Nuevo Testamento y en la actualidad. Echemos un vistazo rápido a estas dos formas diferentes en que el Espíritu nos llena:
2 maneras en que el Espíritu nos llena
1. Llenura del Espíritu Santo
En el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo reposaba sobre profetas, héroes, obreros escogidos, jueces y reyes para ser guiados por Dios. Pero también podía dejar a las personas en el Antiguo Testamento, como lo hizo con el rey Saúl (1 Samuel 16:14-23) y que el rey David temía (Salmo 51:10-11). La llenura del Espíritu no fue permanente.
2. La morada del Espíritu Santo
En el Nuevo Testamento, sin embargo, la promesa de Jesús (Juan 14:6) y la insistencia del apóstol Pablo de que todo creyente tiene el Espíritu ( Romanos 8:9 ), fue permanente. El Espíritu Santo era una garantía de la herencia de las personas en el Cielo (Efesios 1:14) y un sello de la salvación de las personas (Efesios 1:13).
El Espíritu Santo
No se puede exagerar la ventaja que tienen los seguidores de Cristo, debido a la presencia de Dios dentro de ellos. El Espíritu Santo en tu carne es la fuerza más poderosa del mundo. La persona del Espíritu Santo, que reside en ti como persona, es la mejor manera en que el mundo experimenta a Dios y le da gloria.
El escritor de Judas lo expresó bien cuando mostró el impacto de tener el Espíritu Santo, frente a todos los demás que no lo tienen:
Queridos amigos, acordaos de lo que predijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Ellos os dijeron: ‘En los últimos tiempos habrá burladores que seguirán sus propios deseos impíos.’ Estas son las personas que los dividen, que siguen meros instintos naturales y no tienen el Espíritu. Judas 1:17-19
Sin el Espíritu, el mundo sigue sus propias reglas, crea sus propios valores y determina lo que es bueno y lo que no lo es. Esto a menudo se describe en las Escrituras como “vida en la carne”.
Entonces, ¿cuál es el papel del espíritu en el mundo?
El papel del Espíritu Santo es hacerte crecer, glorificar a Dios e ir por todo el mundo, atrayendo a la gente a Cristo.
Para que esto sea práctico, aquí hay algunas formas en que puede vivir esto, asociándose con Dios a medida que Él lo hace crecer y lo glorifica:
1. Pídele a Dios que te ayude a dejar algunos hábitos, pecados o simplemente malas decisiones que sigues repitiendo. A veces lo mejor que Dios hace en nosotros, es quitarnos algo. Pídele que haga eso sobrenaturalmente.
2. Pídele a Dios que comience algo nuevo en ti que impacte positivamente a otros. ¡Esto debería ser para el beneficio de los demás, no para el tuyo! Pídele que te ayude a empezar a ser más amable con tu cónyuge, tus hijos o tus amigos. Pídele que empiece a traerte a la mente los nombres de las personas por las que debes orar.
3. Tome algunos próximos pasos prácticos en su iglesia. A menudo, sabemos lo que tenemos que hacer para crecer; simplemente no hemos dicho que sí todavía. Sabemos que necesitamos estar en un grupo pequeño, devolverle nuestro tiempo y nuestras finanzas, orar por los demás, ser voluntarios en nuestra Iglesia o simplemente asistir regularmente.
Escrito por: Kile Baker en Crosswalk.
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