NOTICIACRISTIANA.COM – Para tener salvación, debemos tener fe en Jesús y demostrarla obedeciendo sus mandatos. Es decir, la obediencia es fundamental para demostrar nuestra fe. La Biblia llama a los cristianos que recibieron salvación, que luchen tenazmente por la fe. Asimismo, aconseja a seguir obrando en la salvación con temor y temblor.
Javier Oliveros, a través del programa “Cristo es Vida”, señala que todo padre luce contento, cuando su hijo le obedece, le respeta y admira.
Por lo tanto, explica que el corazón de Dios, luce contento cuando le obedecemos. En este sentido, apunta que obtenemos salvación cuando hay obediencia a la verdad que conocemos. Y que Dios nos ofrece salvación, cada día. Entonces, tenemos que clamar la salvación, al Señor, cada día.
“Seremos salvos, cada día, a medida que tenemos entendimiento y sumamos a lo que tenemos. La gente que clamaban Hosanna, esperaban salvación, pero tenían una falsa expectativas del Salvador. Jesús muchas veces, les explicó que su reino no era de aquí, esa salvación que esperan no es como la que piensa, el reino de Dios no consiste en comida y bebida. Entonces, nosotros tenemos que desechar esa falsa expectativa, que se levantaron en nuestra mente y aceptar la verdad de Dios”, precisa Oliveros.
“Tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel”.
(Juan 12:13)
Amenaza
Oliveros, precisa que la mayor amenaza que tenemos es la muerte espiritual, la ceguera, la oscuridad y la ignorancia de la verdad de Dios, y no el sistema, como creían los que gritaban hosanna. Por consiguiente, señala que se debe entender que el Señor, no viene para mejorar nuestras condiciones de vida, sino que viene a salvar nuestras almas. Sin embargo, apunta que ese aspecto no lo entendemos, porque no la conocemos, por eso no la valoramos.
“No valoramos lo que el Señor hizo por nosotros, y no queremos seguir creciendo en el conocimiento de esa realidad, para ser transformados. No valoramos la salvación, porque no la conocemos. Venimos para ser enseñados a conocerle, pero cuando tenemos expectativas erradas, trasciende lo natural. Debemos estar expuestos al espíritu de luz, para conocerle y ser salvos”, expresa Oliveros.
Agrega que nuestras expectativas deben estar en el propósito eterno, de ser transformados a su imagen y semejanza, porque cuando predicamos se quiere que otros se transformen.
“Porque mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y no son entendidos; sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron.”
(Jeremías 4:22)
“El deseo de Dios es que nadie se pierda y se predique el evangelio a toda criatura. El Señor enfoca su propósito en la salvación de nuestras almas. El fin de nuestra fe es la salvación de nuestras almas, nos salva hasta de nosotros mismos, que somos quienes saboteamos las obras del Señor”, acotó Oliveros.
“Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.”
(1 Pedro 1:9)
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