«No ore por fin de persecución, ore para que sientan a Dios»
ASIA CENTRAL Y ORIENTE MEDIO. – Los cristianos continúan predicando el Evangelio, incluso en zonas altamente peligrosas en el Oriente Medio, donde el grupo terrorista Estado Islámico (EI) se mantiene en la mente de las personas.
William, un misionero que ha servido en países de Asia Central y Oriente Medio, dijo en una webinar promovida por Puertas Abiertas de Estados Unidos que, a pesar de que los combatientes del EI fueron derrotados en Irak y Siria, los peligros continúan.
«Los cristianos nos están diciendo que el EI fue derrotado, pero el EI todavía está en la mente del pueblo», dijo sobre Mosul, donde miles de cristianos fueron obligados a huir cuatro años atrás cuando los terroristas dominaron la ciudad.
«Usted tiene las aldeas musulmanas alrededor de la región cristiana, donde algunos musulmanes no quieren que los cristianos vuelvan, y ellos son muy claros al respecto», agregó.
William observó que países como Irak y Siria siguen siendo lugares peligrosos para los cristianos, pero aún muchos continúan predicando el Evangelio. «Ninguna región está cerrada al Evangelio, porque Dios ha puesto en el corazón de las personas entrar en esas áreas y predicar, a pesar de los peligros».
Cuando la ciudad de Nínive fue liberada del dominio de EI en el año 2016, los cristianos empezaron a regresar, pero se encontraron con sus casas destruidas, la falta de empleo y la infraestructura. Además, todavía siguen enfrentando hostilidad y sus biblias deben estar siempre escondidas.
En algunas regiones, los cristianos sólo pueden tener una sola copia de la Biblia, si tienen dos, se meten en confusión. «Si tienes dos copias, tienes una copia para distribuir, entonces estás evangelizando», explicó William.
Muchos cristianos logran acceder a la Biblia en sus smartphones, pero acaban teniendo sus celulares registrados por las autoridades. «Si ellos encuentran una Biblia en la lengua específica del país, usted es multado, porque es ilegal tener una Biblia en un idioma local», observó.
A pesar de la persecución, los cristianos de Siria e Irak no culpan a Dios; ellos creen que las dificultades pueden fortalecer su fe. «Ore para que Dios siga ayudándonos a sentir su presencia. Eso es lo principal. «Ellos necesitan experimentar a Dios en todas las situaciones», alienta William.
«No ore para que la persecución acabe, eso no es bueno. Debemos orar para que, en la persecución, Dios esté allí, que los cristianos sientan los brazos eternos debajo de ellos, que la presencia de Dios esté con ellos donde ellos estén», finalizó.
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