EGIPTO.- El Estado Islámico sufrió una baja en Egipto esta semana. De acuerdo con The National, sitio de noticias de Oriente Medio en inglés, 35 militantes de células del grupo extremista recibieron una pena de muerte preliminar.
Los militantes fueron acusados de estar involucrados en el bombardeo de iglesias en Tanta, Alejandría y El Cairo. Las explosiones se produjeron entre 2015 y 2016. Según el portal, los eventos resultaron en la muerte de al menos 80 personas.
Los acusados también están vinculados a ataques a puestos de seguridad y posiblemente un ataque a una mezquita sufista en el Sinaí en noviembre de 2017, en el que más de 300 beduinos fueron muertos.
Según el Puertas Abiertas, los practicantes del sufismo, conocidos como sufíes o sufistas, buscan desarrollar una relación íntima, directa y continua con Dios, utilizando, entre otras técnicas, la práctica de cantos, música y danza.
Tales prácticas son consideradas ilegales por la ley islámica en varios países musulmanes. Según las informaciones de un analista de persecución de Puertas Abiertas, «los coptos suman cerca del 10% de la población de Egipto, y son el mayor grupo minoritario religioso de la región».
Egipto todavía ha promovido un aumento de la protección para algunas iglesias durante la Pascua de este año. No se registró ningún incidente. Esto puede indicar que el gobierno está tomando en serio la persecución a los ciudadanos cristianos.
«A pesar de ello, todavía existe el potencial de crear actos de represalia. Militantes pueden atacar a los cristianos en venganza por las penas de muerte. Por lo tanto, cristianos en Egipto, así como en todos los países donde opera el Estado Islámico, continúan viviendo bajo constante miedo», finalizó el analista.
[ Fuente: Puertas Abiertas ]
