NOTICIACRISTIANA.COM- Un pastor en Irán, siguió los consejos que el apóstol Pablo, le dio a Timoteo, de predicar la palabra a tiempo y fuera de tiempo, cuando fue detenido por la policía secreta de Irán.
Él se encontraba celebrando, una reunión de oración en su casa, cuando agentes de la policía, irrumpieron en el lugar, llevándose detenido, a él y su esposa e hijo de 17 años, y a otros líderes más.
Tras varios días de interrogatorio, fueron trasladados a una prisión, y temiendo que el grupo hablara de Jesús, con los demás detenidos; los guardias ordenaron a todos que guardaran silencio, y no revelaran el motivo de su detención.
Pero el pastor Iraní, y los creyentes, eligieron obedecer la orden de Dios. “Hubiera sido cómodo estar callado, y no hablar de Jesús. Las cosas no hubieran salido mejor en la cárcel”, dijo en una entrevista con la Voz de los Mártires.
Evangelizando en la cárcel
Ignorando su propio calvario, los cristianos comenzaron a compartir la palabra del evangelio, con los prisioneros musulmanes; y pese a que no les gustó, y los amenazaron de muerte, ellos continuaron predicando a otros, como a un hombre que se les acercó, y les siguió preguntando sobre Jesús.
“Simplemente estaba contando mi testimonio, y hablando de la buena nueva del evangelio, y de la Biblia. Dios me dio la sabiduría, sobre quien estaba abierto, y cuando debía de compartir”, recuerda el pastor.
El evangelismo en la cárcel, molestó a los guardias, y el pastor recibió, advertencias por escrito, pero a pesar de las amenazas, los cristianos se mantuvieron firmes con su misión.
Al cabo del mes, su esposa, hijo y el, fueron liberados, y a los cinco creyentes que permanecían, se les permitió llamar a sus familiares.
Biblias en forma de cartas
A ellos se les ocurrió pedir a sus familiares, que trajeran pasajes de la Biblia en inglés, pasa así pasar desapercibidos por los guardias, que no conocían la lengua inglés.
Así que los creyentes que entendían el inglés, comenzaron a traducir los escritos. Al cabo de los meses, tenían hecho varios manuscritos de la palabra, y la Biblias se multiplicaron por toda la prisión.
Después de más de 3 años, el pastor y el resto de los cristianos, fueron liberados, donde su familia, y él, se trasladaron a otro país, donde viven exiliados, hasta hoy.
Incluso, lejos de su nación, el pastor cree, que las semillas del evangelio plantadas por él, y los demás creyentes en la cárcel, florecerán.
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