NOTICIACRISTIANA.COM. – El pastor y ex campeón de boxeo de peso pesado, George Foreman, se está sincerando sobre su vida y la experiencia que tuvo cercana a la muerte en 1977, afirmó que quiere que las personas vean una próxima película sobre él y sepan que hay un «Dios viviente» y «Yo soy la prueba de ello», dijo.
Foreman, de 74 años, es el tema de la película biográfica centrada en la fe de Big George Foreman, protagonizada por Khris Davis (Space Jam: A New Legacy) como Foreman y el ganador del Oscar Forest Whitaker (The Last King of Scotland) como Doc Broadus, el entrenador de Foreman. La película se estrena en los cines este 28 de abril.
Foreman ganó el campeonato de peso pesado a los 24 años y luego nuevamente a los 45 años para convertirse en el poseedor del título de mayor edad en la historia. Pero fue una experiencia cercana a la muerte entre esos dos títulos lo que transformó su vida y lo llevó a convertirse en pastor, dice.
Esa experiencia le cambió la vida en 1977. Para entonces, había perdido su primer título (ante Muhammad Ali en 1974) y estaba tratando de abrirse camino de regreso a otra pelea de campeonato de peso pesado. Sin embargo, Foreman perdió esa pelea del 77 ante Jimmy Young.
Foreman estaba lleno de orgullo
“Estaba en el vestidor… caminando de un lado a otro y diciendo: ‘No me importa este combate de boxeo que perdí. Sigo siendo George Foreman. Sabes, que puedo ganar, obtuve mi carrera cinematográfica, tengo mi dinero en el banco. Y podría irme a casa y jubilarme ahora y morir. Eso se coló en mi conversación: ‘morir’. Y no pude sacarlo. De repente me enfrenté a la muerte y supe que estaba a punto de morir”, dijo Foreman.
“Entonces, con eso en mente, escuché una voz dentro de mí decir: ‘Tú crees en Dios, ¿por qué tienes miedo de morir?’ Y tenía miedo, realmente lo tenía. Y comencé a luchar para mantener mi vida en mí. Eventualmente perdí la pelea”.
Foreman dijo que murió en el vestidor esa noche, pero Dios le devolvió la vida. El momento se retrata en la película Big George Foreman.
Foreman dijo que gritó: «¡Todavía creo que hay un Dios!». De repente, “una mano se metió y me sacó de la nada y de la muerte”.
Foreman dejó el boxeo, comenzó a predicar y abrió un centro juvenil. Cuando se quedó sin dinero para su ministerio a fines de la década de 1980, comenzó a boxear nuevamente y ganó su segundo título de peso pesado en 1994.
“Lo más importante que me gustaría que sacara la gente que va al cine es que hay esperanza. … Hay un Dios viviente”, dijo Foreman.
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