El sacrificio perfecto de Cristo, luz que transforma
NOTICIACRISTIANA.COM – El sacrificio de Cristo en la cruz, es una luz que transforma y un actor de amor inigualable para la eternidad. El Señor se ofreció como el sacrificio perfecto para redimirnos y reconciliarnos con Dios. Su sangre derramada y su cuerpo quebrantado abrieron el camino hacia la salvación, ofreciendo perdón y vida eterna a todos los que creen en él.
El sacrificio surge como luz que trasciende el tiempo en un mundo oscuro y plagado de tinieblas. Es luz que ilumina los corazones de hombres y mujeres a lo largo de los siglos. Este resplandor eterno es la manifestación del amor y la gracia divina, encarnada en la figura de Jesucristo, el hijo de Dios.
El apóstol Arnold Ballesteros, en el programa “Cristo es Vida”, hace una reflexión a través de las Escrituras. Describe cómo esa luz viviente impacta y transforma la vida de aquellos que la encuentran.
Ballesteros, señala que 1 Corintios 15:3-5, el apóstol Pablo narra el glorioso encuentro del Señor con su pueblo.
Aparición a los apóstoles
“El encuentro es un evento que marcó el inicio de una historia de redención y esperanza. Para algunos, como los apóstoles, este encuentro fue palpable, tangible. Pero, para otros, como Pablo, fue una revelación interna, una iluminación del corazón”, destaca el apóstol.
Esta luz, como nos enseña Ballesteros, no se limita a un momento en la historia, sino que sigue brillando a lo largo de los siglos. Además, lleva consigo un propósito claro: la transformación del ser humano.
«El apóstol Pedro enfatiza que la luz busca purificarnos y santificarnos para ser testigos de Cristo», acotó el apóstol.
Pero, ¿Cuál es el origen de esta luz? El sacrificio perfecto de Jesucristo en la cruz del Calvario, nos exhorta Ballesteros.
Sacrificio demostración de amor
“Fue el acto supremo de amor destinado a deshacer las obras del enemigo y abrirnos el camino hacia la salvación», dijo. “El predicador destacó que nosotros tenemos la oportunidad de arrepentirnos, recibir perdón y entrar en la presencia de Dios gracias al sacrificio”.
La responsabilidad recae ahora en cada uno de nosotros. Debemos seguir el camino que Cristo trazó para nosotros, abrazar la fe, la obediencia y el arrepentimiento como pilares de nuestra vida espiritual. Es a través de la comunión íntima con el Señor que encontraremos la verdadera paz y fortaleza para enfrentar las adversidades de la vida.
En un mundo de distracciones, debemos buscar con humildad la luz del Señor para iluminar nuestro ser. Solo entonces podremos experimentar la plenitud de vida que solo él puede ofrecer.
El apóstol Arnold Ballesteros nos insta a seguir adelante, confiando en la luz eterna de Cristo que nos guía hacia la verdad y la vida.
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