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Iglesia

Evangélicos oran por la reforma justa

Jun 25, 2007
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Al menos 18 mil congregaciones evangélicas de Estados Unidos celebraron el domingo el «Día Nacional de Oración por una Reforma Integral de Inmigración».

También exhortaron al Senado a que reanude el debate y apruebe una vía de legalización para beneficio de 12 millones de indocumentados.

Arma poderosa

La Asociación Nacional Hispana de Evangélicos (NAE) organizó la cruzada en momentos que el Senado se alista para votar si reanuda el debate -suspendido el 7 de junio- y deja morir un plan de reforma que elaboró en secreto una comisión tripartita integrada por negociadores demócratas, republicanos y de la Casa Blanca.

«La oración es el arma más poderosa para lograr el cambio», dijo el doctor Jesse Miranda, presidente de la Junta Asesora de NAE.

La Conferencia Nacional Hispana de Liderazgo Cristiano (National Hispanic Christian Leadership Conference, NHCLC), de la cual forma parte la NAE, presta servicios a unos 15 millones de hispanos que profesan la religión cristiana.

Durante los servicios los pastores exhortaron a la comunidad cristiana y religiosa en general a orar por la aprobación inmediata de una legislación de reforma integral de inmigración «que derrote la urgencia política, la xenofobia y el extremismo», dijo el Reverendo Félix Posos, presidente de la Junta Directiva de la Conferencia.

Millones en serio riesgo

Posos advirtió que si no se lleva a cabo una intervención inmediata por parte de la Casa Blanca «en lo tocante a los senadores republicanos y al liderazgo de la Cámara de Representantes, 12 doce millones de personas se hundirán aún más en las sombras» (anonimato en el que viven ante el temor de ser deportados).

El religioso agregó que, además de obligarlos a esconderse (a los indocumentados), «aumentará la animosidad contra los hispanos y los inmigrantes; nuestra nación seguirá polarizada, y nuestras fronteras seguirán siendo vulnerables».

La Conferencia detalló además que los pastores y encargados de guiar a los 15 millones de cristianos hispanos de Estados Unidos, los motivaron para que contacten a los miembros del Congreso y los exhorten «a que aprueben una legislación de reforma integral de inmigración que proteja nuestras fronteras, nuestras familias y nuestros valores nacionales».

Los contactos pueden hacerse por medio de cartas o tarjetas postales, envío de correos electrónicos y llamadas por teléfono, explicó.

«La Reforma de Inmigración no es sólo una cuestión política o moral. Es, sobre todas las cosas, una cuestión espiritual», apuntó Miranda.

La Asociación Nacional Hispana de Mega Iglesias (The National Hispanic Mega Church Association) se unió y participó en la jornada de oración, y demandó al Congreso la aprobación de una reforma amplia y justa.

Detalles del debate

El debate de la reforma migratoria se frenó en el Senado el 7 de junio, tras fallar una gestión del líder de la mayoría demócrata Harry Reid (Nevada) para detener las enmiendas y acelerar el voto.

Al menos 44 iniciativas, la mayoría republicanas, presionaban ese día al proyecto para eliminar la vía de legalización, fortalecer las medidas de seguridad y acelerar la deportación de indocumentados.

La cancelación permitió conservar el proyecto con las modificaciones acordadas hasta ese día, que incluyen, entre otras, una reducción en el número de visas al programa de trabajadores huéspedes, establecer el inglés como idioma oficial y no permitir ampliar el programa de reunificación familiar para aquellos indocumentados que alcancen la residencia.

Votación del martes

La oficina de Reid aseguró el viernes que este martes (26 de junio) el pleno llevará a cabo tres votaciones: una para reabrir el debate, otra para fijar el número de enmiendas por cada partido y una tercera para acurdar el número máximo de horas del debate.

Las tres votaciones, para ser aprobadas, requieren un mínimo de 60 votos (sobre 100).

Los demócratas exigen que el debate sea limitado a un máximo de 30 horas, plazo que refutan los republicanos de ultraderecha quienes no quieren plazos ni limitaciones al número de enmiendas.

Demócratas y republicanos cuentan con 49 escaños cada uno. Otros dos asientos están en manos de independientes, quienes entregaron su respaldo a los demócratas. Y no todos los demócratas están de acuerdo con el plan tripartita.

Univisión

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