Símbolos sobre la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén
NOTICIACRISTIANA.COM.- Dios nunca perdió la oportunidad de usar símbolos poderosos a lo largo de las Escrituras. La entrada triunfal: el famoso paseo de Jesús sobre el burro revela mucho sobre el carácter y el propósito de Cristo.
Algunos miembros de la iglesia aún desconocen varios elementos Bíblicos sobre la entrada triunfal de Jesús.
Antes de entrar a Jerusalén, Cristo instruyó a sus discípulos que le compraran un burro Mateo 21:1-5. (En el Evangelio de Mateo, un burro y un pollino, dos frases poéticas hebreas paralelas).
¿Por qué no montó un caballo de guerra?
Algunos se preguntaran: ¿Por qué Jesús no montó un caballo de guerra, como lo hizo en Apocalipsis? Mark Boda explica:
En el antiguo mundo del Medio Oriente, los líderes montaban caballos si iban a la guerra, pero burros si venían en paz. 1 Reyes 1:33 menciona a Salomón montando un burro el día en que fue reconocido como el nuevo rey de Israel. Otros ejemplos de líderes montados en burros son Jueces 5:10 ; 10:4; 12:14; y 2 Samuel 16:2.
La mención de un burro en Zacarías 9:9-10 se ajusta a la descripción de un rey que sería “justo y salvador , manso”. En lugar de cabalgar para conquistar, este rey entraría en paz.
Además, el viaje de Cristo en un burro se remonta a la prefiguración de un padre que sacrifica a su propio hijo único.
En la Biblia, Isaac monta un burro para ser sacrificado por su padre Abraham en el altar (Génesis 49:10-12).
Cumple la profecía del mesías
En su entrada triunfal, Jesús cumple la predicción de Zacarías. La paz mundial proclamada por este humilde rey será el cumplimiento del canto de los ángeles en Lucas 2:14: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”.
Cristo está reclamando el lugar que le corresponde como el Mesías profetizado.
Zacarías escribió: “He aquí, tu rey viene a ti, triunfante y victorioso. Es humilde y cabalga sobre un asno, sobre un pollino, hijo de asna”.(Zacarías 9:9).
Todo judío conocería la profecía mesiánica de Zacarías. Por eso la multitud aclamaba a Jesús como su rey gritando:“¡Hosanna!¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”(Mateo 21:9). Jesús es el verdadero Mesías y rey davídico.
Símbolo de bendición de Dios
La bendición divina de Jacob sobre su hijo Judá incluye una referencia a una burra y un pollino de burra (Génesis 49:10-12):
“El cetro no será quitado de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies, hasta que venga aquel a quien pertenece, y la obediencia de las naciones sea suya. Atará su asno a una vid, su pollino a la rama más escogida; lavará sus vestidos en vino, sus ropas en sangre de uvas. Sus ojos serán más oscuros que el vino, sus dientes más blancos que la leche”.
Jesús nace de la tribu de Judá, eternamente entronizado. La profecía de Jacob describe a un rey que se lava con vino (su sangre) y tiene dientes blancos (pureza). Por cierto, lea los versículos 14-16 sobre Isaachar, el asno desollado, que se inclina en señal de sumisión.
Esperanza
El viaje triunfal de Jesús nos enseña que después de todos los sacrificios ofrecidos por el pecado, podemos entrar en el reposo de la fe por su sacrificio final (Hebreos 10:12).
Éxodo 23:12 declara el mandato claro de Dios:
“Seis días haz tu trabajo, pero el séptimo día no trabajes, para que descanse tu buey y tu asno, y para que tome refrigerio el esclavo nacido en tu casa y el extranjero que vive entre vosotros”.
Jesús demostró que vino a salvarnos
Jesús abrazó a los pobres, débiles y oprimidos durante su tiempo aquí en la tierra. La dulce y sencilla historia de Cristo del Buen Samaritano en Lucas 10:33-34 es un símbolo perfecto de su amor y compasión:
El Niño Jesús nació en la humildad. Recuerde, un burro cargó a una pobre madre embarazada llamada María todo el camino desde Nazaret hasta Belén. ( Lucas 2:4-7 ). Esta gentil bestia de carga llevaba al Salvador del Mundo. Jesús usó la imagen del burro de María para conectarse con la gente común. Él vino por ellos.
“Pero un samaritano, mientras viajaba, llegó donde estaba el hombre; y cuando lo vio, se compadeció de él. Se acercó a él y vendó sus heridas, vertiendo aceite y vino. Luego montó al hombre en su propio burro, lo llevó a una posada y lo cuidó”.
La Biblia es rica en simbolismo. Disfruta de la entrada triunfal de una manera más profunda este año.
Artículo escrito por el pastor Roger Barrer en Crosswalk.
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