Pareja iraní fue torturada por seguir el cristianismo
NOTICIACRISTIANA.COM.- La familia de Alí y Sara ha superado distintas dificultades gracias a su fe en Dios. La pareja tuvo que abandonar Irán, su país natal, para evitar la persecución islámica, informa Open Doors.
Alí venía de una familia disfuncional sumergida en las drogas, y esto le trajo problemas en su matrimonio y mucha miseria.
Sara estaba devastada por la adicción de Alí, y terminó en una profunda depresión.
La mujer, quien era musulmana, le cuestionaba a Dios por qué le pasaba eso a ella.
Sueño con Dios
Alí recuerda su primer contacto contundente con el cristianismo. El exmusulmán tuvo un sueño donde un hombre le tendió las manos y cuando las tocó sintió una llama de pies a cabeza.
Así que decidió buscar en los lugares religiosos del islam, quién era ese hombre.
Su búsqueda lo llevó a un lugar cristiano donde un exadicto a las drogas lo reconoció.
El hombre le pidió permiso a Alí para orar por él y liberarlo de las drogas. Cuando comenzó la oración, el exmusulmán sintió el mismo fuego, y desde entonces decidió entregarse al cristianismo.
Sara buscó al Señor después de ver cómo Alí se había liberado de su adicción, lo que trajo paz a su hogar.
Desaprobación
“En Irán, cuando alguien se convierte en cristiano, su familia se pone a la defensiva”, explica Alí. “Estoy [visto como] contaminado, y mi vida es considerada inmunda por ellos”.
Alí dijo que al convertirse en cristiano debía dejar atrás a su familia y a su país: “Fue un gran paso porque ya no había apoyo; todos se oponían a mí, así que sabía qué camino elegí”.
Igualmente Zahara fue desaprobada. Un día fue a visitar a su madre, y esta, le cerró la puerta antes de que entrara.
La familia perdió los privilegios sociales, pero estaban cada vez más llenos por haber encontrado a Dios.
Persecución
La pareja pertenecía a una red de iglesias clandestinas, la cual el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán intervino.
Los agentes de seguridad se llevaron a varios cristianos y los encerraron en celdas donde los interrogaban.
Los funcionarios supieron que Zahra y Alí eran otros de los cristianos, que no estaban en el momento de la detención, pero que pertenecían a la iglesia clandestina.
Primero atraparon a Zahra y luego a Ali. Ambos sufrieron interrogatorios en celdas en condiciones infrahumanas. Y el hombre manifestó que fue golpeado y torturado psicológicamente.
Pero la fe de ambos fue más grande y no delataron a los cristianos que estaban en la iglesia clandestina.
La pareja salió libre, sin embargo, la vida afuera seguía siendo dura para este par de cristianos.
Alí fue echado de todos los trabajos que tenía. “Las autoridades simplemente enviaban una carta y le pedían a mi empleador que me dejara ir”.
“A mis hijos no se les permitía ir a la escuela; cada día [salía], existía la posibilidad de que no volviera. Cada día era sufrimiento y tortura”.
Ante la fuerte ofensiva de las autoridades para que la pareja se fuera del país, dos años después del arresto, Alí y Zahara decidieron irse.
Hoy, aunque han encontrado una forma de vida más pacífica, su nuevo país no significa que la vida sea fácil o incluso cómoda. Alí, Zahra, Daniel y sus hijos: Samuel realmente lo perdieron todo por Dios.
Mientras estuvieron detenidos ambos les dijeron a las autoridades que dejarían todo por la fe, y así viven actualmente.
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