NOTICIACRISTIANA.COM.- Jonathan Edwards, un pastor y teólogo, es considerado por muchos como la mente teológica más importante de América. Su estilo de predicación, que contribuyó al Primer Gran Despertar, se enfocaba en temas como el pecado del hombre, el juicio de Dios, la soberanía de Dios, la necesidad de la conversión personal y la justificación por la fe.
Edwards creció en East Windsor, Connecticut, y desde una edad temprana se interesó profundamente en la doctrina teológica.
A los 13 años, ingresó a la Universidad de Yale y se graduó a la cabeza de su clase a los 17 años.
A los 20 años, obtuvo la licencia para predicar y fue ordenado en la Iglesia Congregacional en 1727.
Comenzó a servir en Northampton, Massachusetts, junto a su abuelo y gran predicador de avivamiento, Solomon Stoddard. Después de la muerte de Stoddard, Edwards asumió el liderazgo total de la iglesia.
Liderazgo
Edwards se preocupaba profundamente por la situación espiritual de su iglesia y comunidad. Muchas personas asistían a la iglesia y participaban en sus actividades, pero no mostraban evidencia de haber experimentado una verdadera conversión espiritual. La gente de Northampton en general era apática hacia las cuestiones espirituales, y la disciplina dentro de la iglesia se había vuelto muy floja.
Además, la membresía de la iglesia se había ampliado sin un proceso riguroso de selección.
El pastor y teólogo Jonathan Edwards comenzó a predicar en contra de la apatía espiritual en su iglesia en Northampton.
Para ello, empezó con una serie de sermones sobre la justificación por la fe, ya que temía que la gente dependiera de su propia bondad para ser salvada.
A pesar de no ser un orador muy impresionante, su sinceridad y el contenido de sus mensajes fueron utilizados por Dios para producir un despertar espiritual, conocido como el Gran Despertar.
Edwards incluso escribió un ensayo en 1736 sobre la obra sorprendente de Dios en su comunidad durante el avivamiento.
Camino como predicador
En su sermón más famoso titulado “Pecadores en las manos de un Dios aireado”, que pronunció el 8 de julio de 1741, se dice que la congregación se vio abrumada por la convicción, con miembros gritando, gemidos y temblando de santo temor.
A pesar de los resultados espirituales positivos, Edwards fue despedido de su iglesia en 1750 por tratar de limitar la comunión solo a aquellos que mostraran evidencia de conversión.
Después, se mudó a una pequeña iglesia en Stockbridge, Massachusetts, donde también trabajó como misionero de los indios Hausatonnoc.
En 1758, Edwards se convirtió en presidente del Colegio de Nueva Jersey, que luego se convirtió en la Universidad de Princeton, pero murió aproximadamente un mes después debido a complicaciones después de una inoculación contra la viruela.
Jonathan Edwards sigue teniendo una gran influencia en la actualidad, gracias a sus sermones y otros escritos teológicos e históricos que todavía están disponibles tanto en línea como en forma impresa.
Edwards tenía un gran interés en cómo el Espíritu Santo movía a las personas a tener un despertar espiritual, y estudió cuidadosamente la actividad religiosa en su área.
Él trató de determinar dónde Dios estaba trabajando genuinamente y dónde el fervor religioso era el resultado del emocionalismo. Además, Edwards defendió firmemente las doctrinas del calvinismo y de la Reforma, lo que llevó al historiador Philip Schaff a llamarlo el “Calvino estadounidense”.
Artículo escrito en Got Questions.
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