NOTICIACRISTIANA.COM.- Zara creció en un hogar donde la fe, era “más religiosa que espiritual”, y como toda su vida buscó la curación, terminó involucrándose en prácticas espirituales como el trabajo de respiración chamánica, pero esto terminó atormentándole aún más.
“Al crecer, había mucho odio hacia las personas que no llevaban una vida piadosa, y luché con eso. Aprendí mi tradición temprano y tenía miedo de salirme de la caja”, dijo, según God TV.
Así, Zara era una adolescente con problemas. Se interesó por los hombres y el alcohol cuando tenía catorce años. Esto llevó al consumo excesivo de alcohol y al abuso sexual. Esto se convirtió en un ciclo que se prolongó durante años. También comenzó a consumir drogas en las raves.
“Mi familia amaba a Dios. Pero cuando traté de hablarles sobre algunas de las cosas que estaba experimentando o encontrando, no supieron cómo darme la bienvenida. Y, de hecho, a veces decían: «Estás poseída por demonios», agregó.
Por ello, Zara acabó conectando con personas de diferentes creencias espirituales. Al principio, pensó que solo se estaban conectando a la fuente de energía. Ella dice que hoy sabe que esas personas se estaban conectando con espíritus de demonios.
“La primera vez que hice trabajo de respiración chamánica, recuerdo gritar y todo mi cuerpo se quedó sin fuerzas. Sentía que no podía moverme dentro de mi cuerpo. Sentí que había experimentado a Dios. Fue una enorme cantidad de amor. Cuando salí de la experiencia de respirar, pensé: ‘Vaya, esto es lo que debes hacer para experimentar a Dios’”, dice.
Sin embargo, esa fue una sensación temporal de que algo estaba mejorando. Zara comenzó una relación con un hombre cuyo padrastro era pastor. Ejercía una buena influencia sobre ella. Entonces, cuando se separaron, ella estaba aún más devastada. Pero al día siguiente fue a la iglesia.
Finalmente, cuando el pastor preguntó si alguien quería conocer a Jesús. Después de haberse abierto a diferentes espiritualidades, Zara decidió abrirse a Jesús. Ella fue entregada durante ese servicio. Recuerda sentirse más ligera después de expulsar a los espíritus demoníacos que habían entrado en su vida.
“Josh [el pastor] solo estaba orando para que Satanás y su grupo dejaran mi vida. Que se vayan todos los espíritus demoníacos que entraron en mí. Confesé que Jesús era el Señor y entregué mi vida a Jesús en ese momento”.
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