“El pecado perdió poder cuando lo saqué a la luz” dice adicto liberado por Dios
NOTICIACRISTIANA.COM-Brett Porter, era un cristiano devoto, que se alejó de Dios, y cayó en el mundo de las drogas. Durante años, sufrió una adicción a las píldoras, y la heroína, que lo llevó a la cárcel, la indigencia y el aislamiento.
Sin embargo, Dios tenía un plan para su vida, y lo rescató de las garras del pecado. Porter compartió su testimonio, en una entrevista con la CBN News, donde reveló que su infancia fue feliz, y que aceptó a Jesús en la universidad.
No obstante, el exceso de trabajo y el estrés, lo hicieron descuidar su relación con Dios, y buscar alivio en las drogas, según informa Guiame.com.
“Me encontré con algunos analgésicos, en la casa de un familiar. Me acuerdo de que el Espíritu del Señor, me dijo que no lo hiciera. Yo pensé, ¿qué puede hacer una pílula? Y entonces la tomé, y me gustó esa sensación”, relató.
Porter, se volvió dependiente de las píldoras, y empezó a robar a sus familiares, para mantener el vicio. Por vergüenza, no pidió ayuda y guardó su secreto. Pronto, pasó a una droga más fuerte, la heroína, y su vida se destruyó.
“Experimenté un nivel de oscuridad, que ni siquiera sabía que existía. Me convertí en un adicto, de la noche a la mañana. Vivía en mi camioneta, mi padre me echó de casa. No era bienvenido en las reuniones familiares”, contó.
Porter fue arrestado e internado, en centros de rehabilitación varias veces, pero no logró salir de su adicción. Hasta que un día, decidió rendirse totalmente a Jesús, y buscar ayuda en un centro cristiano.
«Allí, él fue liberado de las drogas, y fue restaurado por Jesús. “El pecado perdió su poder, cuando lo traje a la luz. Cuando empecé a experimentar su amor, su perdón, la verdad de que Él, me hace limpio y justo, eso fue una verdad transformadora para mí’, testificó el ex-adicto.
Después de salir del centro, Porter se casó con Lauren, una mujer que conoció en la iglesia, y juntos tienen dos hijos; ahora, él comparte su historia, para inspirar a otros a buscar a Dios, y a dejar las drogas.
“Estoy feliz de que haya pasado. Porque soy una persona mejor ahora, mejor de lo que jamás habría sido. Dios me redimió. Él tomó lo que Satanás quiso usar para mi mal, y lo resolvió para siempre”, declaró.
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