NOTICIACRISTIANA.COM. – Desde 2015, el pastor Robby Gallaty se ha desempeñado como pastor principal de la Iglesia Long Hollow en Hendersonville, Tennessee. Comenzó a beber a la edad de 16 años y luchó contra el abuso del alcohol y las drogas antes de seguir a Cristo. Especialmente con una historia tan dinámica, Gallaty no evita encontrar la verdad bíblica en temas difíciles.
“Como alguien que anteriormente luchó con la adicción al alcohol y las drogas antes de la salvación, creo que tenemos la obligación como líderes de la iglesia de hablar abiertamente sobre temas difíciles para ayudar a nuestra gente a navegar los problemas actuales que enfrentan”, dijo Gallaty a ChurchLeaders. “Si no discipulamos a nuestra gente en la verdad bíblica, el mundo lo hará”.
Días antes de pronunciar este sermón, Gallaty celebró 20 años de sobriedad. “No he bebido un sorbo de alcohol en 20 años”, celebró el predicador. “Solo quiero decir que dejar el alcohol se basó en mi propia experiencia personal”.
Gallaty mencionó que las personas a menudo pueden hacer suposiciones sobre la espiritualidad de alguien en función de si esa persona consume alcohol o no. Si las personas beben, pueden ser percibidas como más liberales en su espiritualidad. Por otro lado, si las personas no beben, pueden ser vistas como “legalistas” en sus viajes espirituales.
“Es importante que averigüemos qué dice realmente la Biblia sobre la bebida”, supuso el predicador.
Beber no es pecado
A lo largo de la Biblia, la gente consume vino. En el Antiguo Testamento, en “el Shabat o el día de reposo todos los viernes, beben vino en las festividades”, dijo Gallaty. Como parte de la cultura, el vino se servía en fiestas y celebraciones de bodas.
De hecho, en el Nuevo Testamento, Jesús comenzó su ministerio convirtiendo el agua en vino en una boda.
Gallaty investigó el tema de la concentración del alcohol y buscó la experiencia del profesor de investigación del Seminario Teológico Bautista del Sureste de Nuevo Testamento y Teología Bíblica, Charles Quarles . En tiempos bíblicos, la gente bebía vino muy diluido, una solución que los protegía del agua infestada de bacterias y de la embriaguez.
“Un estudio cuidadoso de la Mishná y los Talmuds [textos judíos] muestra que la tasa de dilución normal entre los judíos era tres partes de agua por una parte de vino”, escribió Quarles. “Esta era muy probablemente la tasa de dilución comúnmente aceptada entre los judíos de la era del Nuevo Testamento también. Esta tasa de dilución reduce el contenido de alcohol del vino del Nuevo Testamento de 3,0 a 2,75 por ciento”.
Luego, Gallaty mostró un cuadro que creó comparando el contenido de alcohol de algunas de las bebidas actuales, incluido el whisky, el vino Marsala y las cervezas ligeras. Las bebidas alcohólicas de hoy son asombrosamente más fuertes que las del vino diluido en los tiempos bíblicos.
La embriaguez es un pecado
A lo largo de la Biblia, Dios habla en contra de la embriaguez. Nada bueno viene de consumir demasiado alcohol. Cuando las personas consumen grandes cantidades de alcohol, sus habilidades cognitivas se ven afectadas y pueden ser tentadas por otros pecados también.
“En esencia”, mencionó el pastor, “esto es lo que está diciendo: tenga cuidado de cómo vive. Algunos pueden argumentar que beben, pero no para emborracharse. Pero Gallaty no se dejó engañar por ese argumento. «Yo solía beber. El problema fue que nunca supe distinguir la línea entre borracho y no borracho. Si uno bebe, los efectos del alcohol inhiben tu capacidad para determinar cuándo has tenido suficiente”, resaltó el pastor.
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