“Valora a tu familia” dice pastor que perdió a su hijo
NOTICIACRISTIANA.COM- Luego de unirse a la marina de los Estados Unidos, Myron Leavitt, empezó su viaje con Cristo, cuando fue enviado a Escocia.
Después de un tiempo, y de compartir con sus compañeros que servían a Dios, dentro y fuera del barco, regresó a EE.UU. y comenzó a asistir a la iglesia en Jacksonville (Florida).
Juventud
De joven formó parte de un grupo de rap evangélico, participó en labores de evangelización; así es como conoció a Jenny, quien se convirtió a través de este trabajo, en su esposa.
En ese momento, Myron aceptó el puesto de pastor, en una pequeña iglesia llamada Capilla Victoria.
La marina lo llamó a abordar en trece ocasiones, pero eligió aceptar el llamado de Jesús en su vida. Todo lo que el quería, era profundizar en su relación con el Señor.
“Lo único que sé, es que yo creía en Dios, quería que me quedara en esa iglesia”, dijo luego de que fue enviado, a emprender nuevas obras, pastoreando en diferentes localidades.
Todo iba bien, hasta que un día, a su esposa le diagnosticaron cáncer, en etapa 4, con menos del 25% de posibilidades de sobrevivir. Su médico, no le dio muchas esperanzas.
Un tiempo de grandes dificultades
Con un niño de 3 años y uno de 3 meses, Myron le pidió a Dios que salvara a su esposa, mientras los médicos hacían su parte con los procedimientos. Él solo oraba.
Jenny sobrevivió, aunque sufrió enfermedades que son derivadas del tratamiento con el cáncer. Paso el tiempo y sus hijos crecieron. Caleb tenía 20 años y Jacob 17 años de edad.
Un día a eso de la media noche, mientas Myron y Jenny cerraban la iglesia, después de un hermoso concierto de música, recibieron una llamada, con una lamentable noticia.
El auto donde viajaba sus hijos, había tenido un accidente automovilístico.
Myron corrió rápidamente al lugar, y su esposa, se quedó en la casa, a la espera de noticias, o a la espera de que uno regresara.
“vi a mi hijo en una bolsa”
Resulta que el automóvil estaba destrozado, estaba oscuro, e irreconocible; no podía creer si realmente se trataba del auto de sus hijos.
“Luego vi de cerca la camioneta, con la parte delantera destrozada”, dijo a al preguntarle a un oficial de la policía por los jóvenes; y la respuesta es que solo había uno de ellos en la escena.
Myron insistió, por que sabía que sus hijos estaban en el vehículo, pero la policía insistió diciendo, que no era su hijo, y que no le permitía verlo, ni orar.
“Estaba abrumado por el dolor. En ese momento, en mi mente se reprodujo una película, no sobre la vida, sino de mi fracaso, como padre”, dijo.
Entre la vida y la muerte
Incluso aterrorizado, y aun sin poder creer lo que estaba sucediendo, Myron se fue al hospital, donde había sido trasladado su otro hijo Caleb en sala de operaciones. “Si quiere verlo, hágalo ahora, porque no hay garantía de que sobreviva”, dijo el médico.
“Vi a mi hijo sangrando por la nariz, la boca, las orejas, su cara estaba aplastada. Su hígado estaba desgarrado, y sangraba por dentro. Se rompió todos los huesos de la cara”, explicó el padre.
Según se conoció, sus hijos habían sido golpeados en la puerta del conductor, a 110 km/h, por otros jóvenes que andaban en estado de ebriedad. “Jacob, tenía los tímpanos reventados, el brazo izquierdo, el fémur y la pelvis lesionadas”, comentó.
Mientras los cirujanos trataban de salvarle la vida al joven, tres policías estatales, llevaron a Myron y Jenny, a una pequeña habitación, donde le informaron que el cadáver de la calle, era de Jacob de 17 años.
Myron y Jenny estaban pasando el peor desierto de su vida. Milagrosamente, Caleb sobrevivió. Salió de la operación en coma. “No podemos perderte, tienes que luchar”, le susurró a su hijo en el hospital.
Caleb despertó de su coma. A causa de eso sufrió una lección cerebral traumática, y se sometió a un largo periodo de recuperación.
Caleb estuvo en silla de ruedas, durante dos meses, y se graduó usando un andador. Se graduó como maestro de educación especial, y todavía sirve en la iglesia de Jacksonville, aunque tiene una pérdida auditiva significativa.
Mensaje
Su mensaje para las personas, que nunca han sido golpeadas por tragedias como las que el enfrentó, es este:
“Valoren a su familia, nunca saben lo que nos depara el mañana”
Finalizó diciendo: “Es en los momentos más oscuros de la vida, cuando descubres quién eres realmente”. “Hay que reflexionar sobre las dificultades de la vida, y creer en Dios. Si no lo haces, no puedes recuperarte”.
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