NOTICIACRISTIANA.COM.- La enseñanza de Jesús acerca de poner la otra mejilla es de Mateo 5:38-42, que es parte de su Sermón del Monte. Jesús estaba instruyendo a sus seguidores, incluyéndonos a usted y a mí, sobre cómo responder cuando alguien nos lastima o cuando se nos pide que hagamos algo que no queremos hacer.
“Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo, no resistan a una persona mala. Si alguien te abofetea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra mejilla. Y si alguien quiere demandarte y quitarte la camisa, dale también tu abrigo. Si alguien te obliga a caminar una milla, ve con él dos millas. Al que te pida, dale, y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda. (Mateo 5:38-42).
Creo que Mateo 5:38 es uno de los pasajes más difíciles del Nuevo Testamento.
La interpretación de este versículo parece obvia. Pero el problema es que es bastante difícil hacer que esta enseñanza se ajuste a lo que tú y yo naturalmente querríamos hacer.
Para qué el ojo por ojo
Nótese que en la ley de Moisés, el principio de castigar a la altura del delito tenía dos propósitos básicos.
El primer propósito era reducir más el crimen. Cuando alguien se enfrenta a un castigo seguro, es menos probable que cometa un delito (ver Deuteronomio 19:18-20 ).
El segundo propósito era evitar el castigo excesivo. Si alguien te lastima el brazo, no tienes derecho a sacarle el ojo. El castigo debía igualar, pero no exceder, el daño causado por la ofensa (ver Génesis 4:23-24 ).
Jesús no pidió dejarse abusar
Si usted está caminando por la calle y ve a un niño siendo abusado o una mujer atacada, no puede quedarse allí observando.
Jesús dijo: “Si no tienes espada, vende tu capa y cómprate una” ( Lucas 22:36 ).
Aunque también Jesús le ordenó a Pedro: “Guarda tu espada” (Juan 18 ; 11).
¿Cómo podemos entender ambos mandamientos? Mi principio rector es: «Hay un momento para luchar y hay un momento para poner la otra mejilla».
Jesucristo está diciendo: “¡Incluso si un hombre te dirige el insulto más mortífero y calculado, no debes tomar represalias!”
Jesús también dijo: “En un pleito, devuelve la túnica que quieres antes del anochecer”.
La actitud de un ciudadano del reino debe ser la voluntad de entregar hasta el abrigo en lugar de causar ofensas o resentimientos con un adversario.
¿Cuándo ponemos la otra mejilla?
Hay varios casos que indican cuándo debemos ceder y poner la otra mejlla. Uno es cuando es por causa del evangelio.
Nuestros derechos nunca son tan importantes como guiar a las personas al Señor.
De hecho, el apóstol Pablo dijo: “¡Renuncié a mis derechos por causa del evangelio! Renuncié a mi derecho a comer y beber. Renuncié a mi derecho a estar casado. Renuncié a mi derecho a recibir un salario. Otros reciben apoyo; pero renuncié a mi derecho a ello. ¿Por qué? Para que pueda ofrecer el evangelio gratis. Le di mi derecho a tener un cuerpo sano. Mi cuerpo ha sido golpeado a menudo hasta que está negro y azul”.
Cuando alguien nos hace mal, ¿queremos acabar con el malhechor? Si es al que nos ofende al que queremos destruir, basta la Ley de Moisés. Pero, si deseamos destruir al mal mismo y salvar al malhechor en el proceso, debemos adoptar otro enfoque.
La única forma de destruir el mal y salvar al malhechor en el proceso es responder en contraste. No responda de la misma manera.
Jesús dice: “Deja de pasar la vida tratando de desquitarte; deja de preocuparte por si tienes o no todas tus posesiones; deja de buscar los hitos. ¡Hay cosas más importantes!»
Artículo escrito por Roger Barrer en Crosswalk.
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