Un asesinato se resuelve con la ayuda de una Biblia familiar
NOTICIACRISTIANA.COM.- En abril de 2015, Earl Olander, de 90 años, fue encontrado asesinado en su casa rural de Minnesota. Se encontraron pocas pruebas del asesinato, y sin pistas viables para continuar, los investigadores estuvieron perplejos durante semanas, informa Charisma News.
Algunos de los investigadores creen que fue la intervención divina lo que condujo a la resolución del caso.
«Uno siempre está buscando esa pieza clave, esa única cosa que le permite resolver el caso», dijo el alguacil retirado del condado de Carver, Jim Olson.
Lo que les llamó la atención a los investigadores, como posible motivo, fue el hecho de que Olander vivía en una granja modesta, pero era excepcionalmente rico.
Después de llegar a un callejón sin salida tras otro, sin pistas ni pistas confiables que generaran un rastro a seguir, los investigadores finalmente tomaron un respiro el 9 de mayo de 2015 cuando recibieron una llamada de Barry Kyles de St. Paul, Minnesota.
Resolución del caso
Kyles descubrió el caso después de encontrar una Biblia en un apartamento que estaba limpiando. Dentro de la Biblia encontró un bono de ahorro con el nombre de Olander, y más tarde buscó el nombre.
Ahora, los investigadores tenían un sospechoso en sus sitios: Edson Benítez, el residente del apartamento en el que se encontró la Biblia.
Cuando los investigadores lo confrontaron sobre la Biblia, la historia de Benítez cambió varias veces.
Así comenzó un juego de señalar con el dedo que conduciría a cuatro cargos de asesinato.
Benítez dijo que estaba con Reinol Vergara, un amigo suyo que había trabajado en la casa de Olander.
Vergara ya era conocido por la policía de la zona, ya que era sospechoso de un robo que había tenido lugar en una de las casas de los vecinos de Olander años antes.
Con los dos sospechosos bajo custodia, los investigadores pudieron hacer coincidir las huellas de los zapatos que se encontraron al comienzo de la investigación con los zapatos de los dos hombres. También encontraron registros de teléfonos celulares de los dos sospechosos que mostraban que estaban en la casa en el momento del asesinato.
Con ambos sospechosos declarándose culpables de uno de los cuatro cargos de asesinato presentados contra ellos, las autoridades confían en que no hubo otra persona involucrada en el atroz crimen.
Bill Boecker, vecino de mucho tiempo de Olander, dijo a «20/20»: «Para mí, no hay coincidencias. Solo hay ‘incidencias de Dios”.
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