¿Puedo cambiar la mente de Dios?
NOTICIACRISTIANA.COM.- La Biblia dice que Dios es inmutable y nunca cambia de opinión. Sin embargo, haciendo una simple lectura de la Biblia, encuentro cinco pasajes que dicen que Él es inmutable y cuatro pasajes donde Él cambia activamente de opinión.
Algunos de los versículos que hablan sobre el carácter inmutable de Dios son: Números 23:19 y 1 Samuel 15:29.
“Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? (Números 23:19).
“Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta.”, (1 Samuel 15:29).
Dios cambia de opinión
En la Biblia hay distintos ejemplos en donde Dios ordena algo, pero luego puede reconsiderarlo. Algunos ejemplos:
Cuando el Señor le dijo a Ezequías que pusiera sus asuntos en orden porque iba a morir, sin embargo luego de que Ezequías imploró a Dios más vida, el Señor le dio 15 años más.
Dios también cambió de opinión cuando le prometió a Acab que lo mataría y que los perros lamerían su sangre en la calle, pero luego al verle humillado, dijo que no traería ese mal en su vida, sino que lo traería sobre su casa en los días de su hijo.
Otro ejemplo lo encontramos en un pasaje extraño que involucra a Moisés y a su esposa, Séfora.
Moisés acababa de terminar de discutir con el Señor acerca de si él era o no la persona adecuada para sacar de la esclavitud a los hebreos.
“La ira del Señor se encendió contra Moisés” (Éxodo 4:14), y Dios envió al hermano de Moisés, Aarón, para que lo acompañara como vocero. Partieron para Egipto.
“En un albergue en el camino, el Señor se encontró con Moisés y estuvo a punto de matarlo. Pero Séfora tomó un cuchillo de pedernal, cortó el prepucio de su hijo y tocó con él los pies de Moisés. “Ciertamente, tú eres un esposo de sangre para mí”, dijo ella (refiriéndose a la circuncisión, dedicándolo al Señor), Éxodo 4:24-25.
Factores sobre las veces que Dios cambió
Hay un denominador común que une las acciones de cada una de estas personas que le pidieron a Dios que cambiara de opinión y Él respondió.
- Una vida pura y santa: Como Ezequías, debemos poder decirle a Dios que hemos caminado con él en justicia. O como Acab, debemos alejarnos completamente del pecado, buscar el perdón de Dios y vivir de manera diferente.
– Vivir una vida de humildad ante el Señor: Cuando dejamos nuestros deseos y lo ponemos a Él primero, Él responde. Como Acab, aprendemos a “andar mansamente” delante de Él. Y como Séfora, reconocemos que Él es Dios con nuestras acciones.
- – Suplicar con un corazón lleno de tristeza, arrepentimiento y/o ayuno: “¿Te imaginas cuánto había enojado Acab a Dios por sus acciones? La Biblia literalmente lo llama como lo peor de lo peor.
Sin embargo, Acab rogó y recibió el perdón de Dios. Hay momentos en que caemos de rodillas, lloramos y suplicamos a Dios que cambie de opinión. Responde al verdadero arrepentimiento ya un corazón honesto.
- – Orar y ayunar: El ayuno le muestra a Dios que eres serio, que estás dispuesto a dejar de lado tus propias necesidades y deseos para enfocarte en Él.
- – Sigue orando: Ezequías no escuchó la profecía de su muerte y simplemente no se dio por vencido, oró y oró, volviendo su corazón hacia el cielo y esperando una respuesta. Dios respondió a su llamado constante.
Artículo escrito en Crosswalk por Roger Barrier.
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